Todos los días (sin mucha atención) cada uno de nosotros respira aproximadamente unos 8500 litros de aire exterior en nuestro tracto respiratorio[1]. Sin embargo, con cada respiración, sin saberlo estamos ingresando más que oxígeno en nuestros cuerpos. Estamos respirando el aire que también contiene contaminantes, bacterias, productos químicos y alérgenos atmósfericos, preparados para atacar nuestros cuerpos. Así, a través de la interacción de nuestro sistema respiratorio con el aire que respiramos, cada uno de nosotros nos estamos exponiendo a una enorme cantidad de microbios e irritantes potenciales todos los días. Por suerte, también tenemos un sistema de defensa en su lugar que funciona para detener a estos irritantes antes de que se conviertan en un problema. Esta defensa depende de la capacidad de nuestro cuerpo para montar la respuesta inmune apropiada dentro de nuestro sistema respiratorio con el fin de neutralizar, eliminar y proteger contra estos invasores[2]. Si una persona tiene un sistema inmune que reacciona muy efusivamente, esto puede predisponerla al asma o a la enfermedad reactiva de las vías respiratorias, lo que puede inducir dificultad para respirar y sibilancias asociadas con una reacción alérgica. Por el contrario, si el sistema inmune de alguien es poco activo, esto puede predisponerlo a la infección. Aquí hay algunos consejos sobre cómo puedes utilizar la nutrición basada en plantas para apoyar a tu sistema inmune y promover la salud respiratoria:
La evidencia sugiere un vínculo entre las personas con enfermedad reactiva de las vías respiratorias y bajos niveles de vitamina D. Los estudios demuestran que un paciente puede experimentar una reducción de los síntomas revirtiendo la deficiencia de vitamina D[3]. Otras investigaciones vinculan las propiedades antiinflamatorias de la vitamina D con la mejora de los síntomas del asma a través de la “mejora de la función inmune del tejido pulmonar” [4]. Mientras que exponer la piel a la luz del sol es una forma excelente y natural para que tu cuerpo obtenga vitamina D, muchos de nosotros no podemos satisfacer nuestra necesidad de esta manera debido al tiempo, al clima o a las restricciones de la condición de la piel. Si estás preocupado por tus niveles de vitamina D, consulta a tu profesional médico, quien puede comprobar con precisión tus niveles. Debido a la falta de fuentes naturales basadas en plantas de la vitamina D, muchos están recurriendo a los productos fortificados y suplementos de vitamina D3 para ayudarlos cuando son incapaces de pasar tiempo en el sol. Si estás utilizando suplementos, lo mejor es combinar la ingesta de estos con grasas naturales como las de las nueces, semillas, coco y aguacate, que pueden ayudar en la absorción, ya que la vitamina D es liposoluble.
En algún momento de nuestras vidas, muchos de nosotros hemos experimentado la irritación molesta de una garganta o vías respiratorias superiores con picazón. La próxima vez, en vez de tomar el jarabe de la tos para calmar la irritación, puedes desear considerar el té de hierbas en su lugar. La hoja de eucalipto puede ayudar en la dilatación de los bronquíolos, la limpieza de los conductos nasales y tiene propiedades antisépticas[5]. Es importante consultar a un profesional médico calificado antes de usar cualquier remedio herbal y estar consciente de posibles interacciones, especialmente si estás embarazada o amamantando.
La N-acetilcisteína es un poderoso antioxidante que puede ayudar a tu cuerpo a defenderse contra el daño de los radicales libres. También se ha utilizado para romper el moco en el sistema respiratorio que pueden causar malestar o enfermedad[6]. Intenta incorporar los siguientes alimentos vegetales en tu alimentación para un estímulo natural a tus niveles de cisteína. Los alimentos con alto contenido de cisteína incluyen: brócoli, pimiento rojo, cebolla y granola. Otros alimentos que contienen cisteína son: bananos, ajo, semillas de soya y germen de trigo[7]. Mientras que la adición de vitamina D, eucalipto, o N-acetilcisteína puede ayudar a promover la salud mediante la protección de tu sistema inmunológico y respiratorio, el mejor método es proporcionar a tu cuerpo, consistentemente, el beneficio de una alimentación basada en plantas sin procesar. En este momento, “existe evidencia convincente de que los alimentos vegetales y los componentes no nutritivos asociados con estos alimentos modulan los procesos inmunológicos e inflamatorios”, lo que conduce a un mejor funcionamiento del sistema inmune y la posterior protección contra los invasores con los que tu sistema respiratorio debe lidiar a diario[8]. Disfruta de una alimentación basada en plantas y respira tranquilo.
*Este artículo es únicamente para fines informativos. No se pretende ni implica ser un sustituto del consejo médico. Antes de emprender cualquier tratamiento o cambios en la alimentación/salud, debes buscar el consejo de un profesional de la salud calificado.
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