
Mi nombre es José Rosa, soy el fundador de The Thrival Network y cocreador de Everest Eats, una marca culinaria y de bienestar que promueve una alimentación a base de plantas, con sede en Pittsburgh, Pensilvania. Mi camino hacia un estilo de vida basado en alimentos sin procesar comenzó en 2016 por medio de mi esposa, Katy. Mientras estudiaba ciencias ambientales, una de sus primeras clases le abrió los ojos sobre cómo la agricultura industrial impacta profundamente nuestro planeta. Esa consciencia nos llevó a ver Cowspiracy, y desde esa noche, todo cambió. Ella decidió dejar de comer carne, y yo decidí acompañarla por amor, curiosidad y un profundo sentido de alianza. Esa decisión se convirtió en una de las más cruciales de mi vida.
En pocas semanas, me sentí más ligero, con más energía y más conectado conmigo mismo y con el mundo que me rodea. Cuando Katy luego eliminó los lácteos de nuestras comidas sin decírmelo, la diferencia en cómo me sentía fue innegable. Era como si mi cuerpo finalmente recordara lo que realmente significaba sentirse “limpio”. Desde ese momento, la comida dejó de ser solo algo que consumimos; se convirtió en nuestra medicina, en nuestro mensaje y en nuestro movimiento.
Comenzamos el proyecto Everest Eats en 2019, justo antes de la pandemia de COVID-19, como un servicio de entrega de alimentos preparados a base de plantas sin procesar. Lo que comenzó como preparar comidas caseras para amigos se convirtió rápidamente en servir a cientos de familias en el área de Pittsburgh. Nuestro propósito era simple pero poderoso: nutrir a las personas y al planeta con alimentos vibrantes, sanadores y llenos de vida. Nuestra misión principal era crear un futuro más sostenible mediante la alimentación ayudando a las personas a reconectarse con el efecto de sus elecciones diarias en su salud y en el planeta. Los tiempos de pandemia, aunque desafiantes, fueron una bendición disfrazada. Cuando el mundo se detuvo, las personas comenzaron a buscar maneras más saludables y conscientes de comer, y Everest Eats creció exponencialmente.

Con el tiempo, el trabajo evolucionó. Después de obtener mi Certificado de Nutrición Basada en Plantas del Centro de Estudios en Nutrición, me di cuenta de que nuestro impacto se extendía mucho más allá de la comida en sí. El propósito más profundo era ayudar a las personas a sanar su relación con la comida, pasar del consumo inconsciente a la alimentación consciente. Esa realización me llevó a crear The Thrival Network, una plataforma de bienestar que combina la nutrición basada en plantas, la atención plena y la transformación personal.
Ahora estoy construyendo un programa llamado Thrival Coaches, que entrenará a grupos de personas sobre cómo tener relaciones más sostenibles con la comida, superar la adicción a los alimentos y redescubrir el amor propio en sus propios cuerpos. Aún no he lanzado mi primer grupo de entrenamiento oficial, y es ahí donde entra la vulnerabilidad. Estoy aprendiendo a descansar en el espacio entre la preparación y el miedo, con la confianza de que, cuando sea el momento, las personas adecuadas estarán allí. Mi misión es servir desde la experiencia y la autenticidad, no desde la perfección.
Además de mi trabajo con The Thrival Network, también sirvo como director de salud y seguridad ambiental. En ese trabajo, me enfoco en crear lugares de trabajo y prácticas más seguras, limpias y sostenibles. Esa experiencia refuerza continuamente mi creencia de que la sostenibilidad debe encarnarse en todas las áreas de la vida, desde la comida que comemos hasta los entornos que creamos.
En última instancia, The Thrival Network trata sobre la conexión: con nuestra comida, nuestro planeta y nuestro verdadero ser. Se trata de recordar que nunca estuvimos destinados a simplemente sobrevivir; estamos destinados a florecer.
Mi consejo para otras personas es comenzar antes de estar 100 % listos. Nunca tendrás todos los detalles resueltos, y eso está bien. Dar el primer paso, incluso cuando se siente incierto, es lo que revela el camino por delante. Enfócate en tus fortalezas, mantente arraigado en tu “porqué” y no tengas miedo de aprender en el camino.
Cuando lanzamos Everest Eats, no éramos chefs entrenados ni teníamos un plan de negocios o una cocina comercial. Teníamos pasión, propósito y persistencia. Aprendimos que la claridad nace de la acción. Rodéate de personas que compartan tu visión y recuerda que el miedo y la fe no pueden coexistir. Elige la fe. Cada obstáculo se convierte en un peldaño cuando te mantienes enraizado en el propósito.
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