El Futuro de la Nutrición

Un collage de alimentos enteros vibrantes
Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell

En un estudio transversal del 2013 de profesores de Head Start en Texas,[1] los investigadores descubrieron que "los conocimientos, las actitudes y los comportamientos relacionados con la nutrición" estaban muy deficientes. A pesar de que la inmensa mayoría de los profesores encuestados opinaban que la nutrición era importante — y a pesar de que la salud es una de las principales prioridades del programa nacional Head Start — ni uno solo de los participantes en el estudio pudo responder a cinco preguntas elementales sobre la nutrición (por ejemplo, ¿qué tiene más calorías: las proteínas, los carbohidratos o las grasas?) y la mayoría de ellos afirmaron que estaban confundidos acerca de la nutrición. Además (y reflejando los patrones del público en general), la mayoría de los participantes en el estudio tenían sobrepeso o estaban obesos.

Puede que esto solo sea un ejemplo, pero ilustra un problema mucho mayor de nuestra sociedad: padecemos una epidemia innegable de confusión nutricional. De hecho, esta confusión se ha convertido de por sí en una industria gigantesca. La explosiva demanda de libros, blogs, revistas, podcasts y otros medios sobre estilos de vida indica una extraordinaria necesidad de orientación y es prácticamente imposible evitar el flujo casi constante de mercadeo y propaganda que se aprovecha de nuestra confusión. No somos un público ni sano ni bien informado.

Artículos relevantes

El costo

Una combinación de estudios internacionales de correlación, estudios de migración, estudios experimentales con animales de laboratorio y estudios de intervención humana han asociado la nutrición deficiente o inadecuada con muchas de las principales causas de muerte: enfermedades cardiacas, cáncer, enfermedades renales, diabetes y otras. Por otra parte, esto significa que hay una capacidad enorme de mejorar. El número de muertes prematuras que podrían evitarse con una buena nutrición nos deja atónitos. Pensemos en la primordial causa de muerte en EE.UU., las enfermedades cardiacas, que reclaman la vida de unos 650,000 estadounidenses cada año.[2] Las estimaciones respaldadas por la investigación sugieren que hasta el 90 % de esas muertes podrían evitarse mediante el uso informado de la nutrición.[3] ¡Eso implica salvar unas 585,000 vidas de solo una enfermedad!

También existe un enorme incentivo económico para ponernos las pilas. Los gastos médicos son la principal causa de quiebra o bancarrota en este país[4] y el gasto de cuido de salud (manejo de enfermedad) representa actualmente casi el 20 % del PIB nacional, lo cual supone un aumento considerable comparado a décadas anteriores.[5] Si abordáramos mejor el tratamiento de estas enfermedades asociadas al estilo de vida, liberaríamos una enorme cantidad de recursos.

La historia de un fracaso

Han pasado más de 50 años desde que la Ley Nacional del Cáncer del Congreso de EEUU se promulgó.[6] Esta legislación fue aclamada como el primer golpe en la "Guerra contra el Cáncer" y marcó el inicio de muchos esfuerzos: se crearon nuevos centros de investigación del cáncer, se revisó el Instituto Nacional del Cáncer y empezó a parecerse a lo que es hoy, y comenzó un esfuerzo aún más concertado y proactivo para descubrir cómo funciona el cáncer y cómo podríamos tratarlo. En la época en que se redactó esta legislación, el cáncer era una de las principales causas de muerte y las tasas alarmantemente altas de incidencia y mortalidad no ofrecían esperanzas para el futuro.

El presidente Richard Nixon firmando la Ley Nacional del Cáncer de 1971

El presidente Richard Nixon firmando la Ley Nacional del Cáncer de 1971.
Crédito: Instituto Nacional del Cáncer.

Durante las últimas cinco décadas ha habido una enorme cantidad de investigación científica, pero la situación sigue siendo fundamentalmente la misma. Aunque comprendemos la enfermedad mejor que nunca, el cáncer aún figura entre las principales causas de muerte tanto en EE.UU. como en el resto del mundo. Aunque el tratamiento y el manejo de ciertos tipos de cáncer han mejorado, las tasas generales de incidencia y mortalidad — especialmente si se considera el aumento de las tasas en los países en desarrollo — ilustran la necesidad de un nuevo enfoque. Sin embargo, como ocurría en el 1971, la nutrición sigue siendo sistemáticamente infrautilizada.

  • Entre los 27 institutos y centros de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), ni uno solo está dedicado a la nutrición.
  • Las facultades de medicina de EE.UU. imparten un promedio de 19.6 horas de educación nutricional a los estudiantes de medicina en los cuatro años de la carrera, ¡menos de 5 horas al año! [7]
  • La nutrición no aparece entre las aproximadamente 130 especialidades médicas oficiales cuyos servicios son reembolsados.

Una alternativa

Verduras a la venta en un mercado al aire libre

La nutrición puede ofrecer un profundo beneficio a las personas que padecen enfermedades crónicas y es una alternativa empoderante al actual sistema de tratamiento de enfermedades. Por eso es especialmente importante que la mejor investigación sobre nutrición se ponga a disposición de todos y no se deforme o se distorsione por la influencia de la industria. Asimismo, cualquier institución que obstaculice la claridad o que limite la accesibilidad a esta información — ya sea una organización sin fines de lucro, una asociación profesional o una universidad — está socavando su propia legitimidad y merece ser cuestionada. Aún así, las instituciones siempre tendrán un papel que desempeñar:

“Determinados objetivos normativos, jurídicos y económicos solo pueden alcanzarse mediante la acción colectiva que facilitan las instituciones... La cuestión , por lo tanto, no es cómo eliminar estas instituciones, sino cómo dar la vuelta al guión de la historia y transformar radicalmente nuestros sistemas para que ya no obstaculicen el crecimiento, sino que lo aceleren”

El status quo, que tiende a la ignorancia nutricional, no se revertirá espontáneamente. Todos debemos afrontar este reto juntos y en nuestras propias vidas. El pasado de la nutrición está plagado de ejemplos de mal juicio, inacción, controversia innecesaria y corrupción; para que el futuro sea mejor, se necesitará un esfuerzo concertado de todos nosotros.

Objetivos para el futuro

Aunque hay muchas recomendaciones generales — por ejemplo, proteger la libertad académica; abogar por políticas que aumenten el acceso a alimentos sanos, asequibles y económicos; promover prácticas agrícolas locales y regenerativas — el campo de la nutrición en concreto va a requerir muchas revisiones:

  • frenar la influencia que ejerce la industria en los programas de nutrición (SNAP, WIC, Programa Nacional de Almuerzos Escolares, etc.) y en las Directrices Alimentarias para los Estadounidenses subyacentes;
  • ofrecer reembolso a los médicos de atención primaria que asesoren a los pacientes sobre la nutrición;
  • requerir que se incluya una educación completa sobre la ciencia de la nutrición en todas las facultades acreditadas de medicina;
  • crear un Instituto Nacional de Nutrición
  • coordinar los programas de subvenciones alimentarias con pruebas nutricionales fiables y protección al consumidor;
  • crear un consejo asesor sobre alimentación y nutrición que atienda a los intereses del consumidor y que esté sufragado o costeado por un fondo fiduciario de dotación ajeno a la influencia de los intereses económicos empresariales.
El futuro de la nutrición: Un vistazo a la ciencia  desde adentro, por qué seguimos equivocándonos y cómo empezar a acertar

El futuro de la nutrición: Un vistazo a la ciencia desde adentro, por qué seguimos equivocándonos y cómo empezar a acertar

El futuro de la nutrición: Un vistazo a la ciencia  desde adentro, por qué seguimos equivocándonos y cómo empezar a acertar

En El futuro de la nutrición, T. Colin Campbell se abre paso a través del bullicio con un análisis profundo de nuestra relación histórica con los alimentos que comemos, el origen de nuestra actual sobrecarga de información y lo que nuestro camino actual significa para el futuro, tanto para la salud individual como para la sociedad colectiva. El Futuro de la Nutrición ofrece una fascinante inmersión tras bastidores  del campo de la nutrición, con implicaciones tanto para nuestra salud como para la práctica de la propia ciencia.

Referencias

  1. Sharma, S., Dortch, K. S., Byrd-Williams, C., Truxillio, J. B., Rahman, G. A., Bonsu, P. et al. Nutrition-related knowledge, attitudes, and dietary behaviors among Head Start teachers in Texas: a cross-sectional study. J Acad Nutr Diet 113, 558–562, doi:10.1016/j.jand.2013.01.003 (2013).
  2. Nichols, H. What are the leading causes of death in the US? Medical News Today (2019).
  3. Esselstyn, C. B., Jr., Gendy, G., Doyle, J., Golubic, M., & Roizen, M. F. A way to reverse CAD? J Fam. Pract. 63, 356–364b (2014).
  4. Himmelstein, D. E., Warren, E., Thorne, D., & Woolhander, S. Illness and injury as contributors to bankruptcy. Health Affairs Web Exclusive W5–63 (2009).
  5. Amadeo, K. The rising cost of health care by year and its causes. The Balance (2019). https://www.thebalance.com/causes-of-rising-healthcare-costs-4064878.
  6. National Cancer Institute. National Cancer Act of 1971 (2016). https://www.cancer.gov/about-nci/legislative/history/national-cancer-act-1971#declarations.
  7. How Much Do Doctors Learn About Nutrition? US News & World Report. Accessed April 19, 2022. https://health.usnews.com/wellness/food/articles/2016-12-07/how-much-do-doctors-learn-about-nutrition