¿Puede la carne transportar virus? Muchas personas han empezado a formularse esta pregunta y a examinar críticamente el problema de las enfermedades transmitidas por la carne.
A medida que continúa el cambio hacia las proteínas alternativas y las dietas basadas en plantas, es importante mirar más allá de la publicidad, el mercadeo y los influenciadores de las redes sociales para ver lo que la ciencia dice acerca de los virus de la carne y cómo puedes mantenerte y mantener a tu familia saludable.
A diferencia de las enfermedades bacterianas transmitidas por los alimentos como la E. coli, los virus no tienen una estructura celular propia. Estos requieren células huéspedes para replicarse y por lo tanto no “crecen” en o sobre la carne en la forma en que las bacterias pueden hacerlo[1]. En cambio, los animales actúan como portadores.
Los humanos pueden contraer los virus comiendo carne de animales infectados, consumiendo agua contaminada o entrando en contacto con heces o sangre infectadas[2]. Los individuos infectados también pueden contagiarles los virus de la carne a otros. Algunos virus se propagan de forma similar a la gripe; otros requieren el contacto con las heces o la sangre de una persona infectada.
Los virus de la carne se han vinculado a varios brotes anteriores de enfermedades humanas; otros todavía se están estudiando por sus posibles efectos a corto y largo plazo.
Los virus de la gripe
Las cepas tanto de la gripe porcina (H1N1) como de la gripe aviar (H5N1 y H7N9) pueden causar infecciones respiratorias en los seres humanos[3]. Los síntomas son similares a los de la gripe común, aunque algunos casos pueden ser graves.
La gripe aviar, que se encuentra de forma natural en poblaciones de aves acuáticas, puede infectar a las aves de corral domésticas. La cepa H5N1 llamó la atención del público por primera vez en 1997, cuando surgió un brote en las granjas avícolas chinas, y todavía se siguen produciendo infecciones en bandadas de todo el mundo. El virus tiene una tasa de mortalidad del 60 %, pero no se propaga fácilmente entre los seres humanos[4].
La gripe porcina probablemente se originó en una granja industrial en Carolina del Norte e infectó a casi 61 millones de personas entre 2009 y 2010[5]. Casi 12.500 personas en los Estados Unidos fallecieron, y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades sitúan la cifra global de muertes entre 151.700 y 575.400 personas[6]. Sin embargo, ahora que la inmunidad es más común, el virus se considera como una cepa normal de gripe estacional[7].
Hepatitis
Los mariscos y el cerdo han sido citados como portadores potenciales de la hepatitis A y la hepatitis E, respectivamente[8]. Ambas infecciones afectan al hígado y pueden causar fiebre, dolor en las articulaciones, dolor abdominal, ictericia y problemas digestivos[9].
El consumo de una alimentación basada en plantas elimina, en gran medida, el riesgo de contraer los virus que se encuentran comúnmente en la carne.
Las heces infectadas son la forma más común de propagación de la hepatitis, aunque la infección también se puede contraer por beber agua contaminada o comer mariscos cosechados en una fuente de agua contaminada. La mayoría de la gente se recupera de la enfermedad, pero la hepatitis E puede volverse crónica en casos raros[10].
Cáncer
Las infecciones por virus y otros patógenos pueden ser la causa de hasta un 20 % de los casos de cáncer en seres humanos[11]. Aunque muchas de estas conexiones todavía se están investigando, la búsqueda ha develado varios vínculos:
A diferencia de los patógenos bacterianos, los virus de la carne pueden sobrevivir a la cocción; las carnes poco cocidas presentan un mayor riesgo. Algunos virus también pueden encontrarse en los huevos y la leche, además en las carnes de los músculos y los órganos.
¿Qué pasa con los virus de las plantas? Algunos animales e insectos muestran evidencia de anticuerpos a patógenos virales que atacan e infectan las plantas, y pueden aparecer rastros de los virus en las heces humanas[14]. Sin embargo, solo un virus vegetal – el virus del moteado suave de pimiento (Pepper mild mottle virus, PMMoV, en inglés) fue sospechoso alguna vez de causar síntomas en las personas[15]. Para generar realmente una infección, un virus vegetal tendría que entrar en las células humanas para replicarse[16].
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Tú puedes contraer algunos virus de la carne, como la hepatitis A, al comer productos sin lavar que entraron en contacto con agua o heces contaminadas[17]. Lavar los productos antes de consumirlos minimiza este riesgo.
El consumo de una alimentación basada en plantas elimina, en gran medida, el riesgo de contraer los virus que se encuentran comúnmente en la carne. Sin embargo, si todavía estás haciendo la transición o vives en un hogar con otras personas que comen productos de origen animal, considera tomar estas precauciones:
Para prevenir la enfermedad por los productos contaminados:
Ejercitar el sentido común en la tienda de mercado y en la cocina debería protegerte de la mayoría de los virus transmitidos por los alimentos. Elige alimentos basados en plantas sin procesar tan a menudo como sea posible para reducir la posibilidad de exposición a los virus.
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