Incluso antes de convertirnos en entrenadores de salud, los dos siempre hemos sido apasionados por vivir un estilo de vida activo. Según lo que nos enseñaron, ser activos nos permitiría llevar una vida sana. ¿Cierto? ¡Esto es falso! Individualmente, y mucho antes de que nos conociéramos y estuviéramos casados en nuestros cuarentas, el acondicionamiento físico había sido una gran parte de nuestras vidas y, sin duda, un aspecto que nos atrajo mutuamente. Desde que éramos adolescentes hemos estado guiando a otros a ser saludables por medio de estar físicamente activos. El interés de educar y compartir era innato para nosotros, pero no sabíamos que este deseo de enseñar, educar y empoderar nos llevaría a donde estamos hoy.
Ver a otros sufrir
El padre de John fue diagnosticado con cáncer de próstata en 1997 y murió en 2010. Él y la madre de John sufrieron mucho durante esos 13 años. Él se sometió a radiación, cirugías y quimioterapia, pero en ningún momento ningún integrante del cuerpo médico dijo nada sobre la nutrición y cómo la comida podría ayudar. La familia observaba impotente mientras que su cuerpo, una vez vibrante y activo, se debilitaba rápidamente y su mente, alguna vez aguda, se iba días antes de que su cuerpo se rindiera. Aunque todos estaban tristes, aceptaron su destino. Después de todo, eso era el cáncer. No había nada que pudiéramos hacer. O eso era lo que pensábamos. Mary-Ellen también había visto a miembros y amigos de la familia sufrir o sucumbir a una enfermedad crónica. Al mirar hacia atrás ahora con lo que sabemos hoy, y gracias a gente como el Dr. T. Colin Campbell, la mayoría, si no todas esas enfermedades eran prevenibles y, en gran medida, relacionadas con el estilo de vida.
Un viaje al paraíso y a la nueva salud
En marzo de 2013 viajamos a un mundialmente famoso centro de retiros de yoga en Costa Rica. Esto fue para John, en particular, un despertar personal y para su salud. Mientras que él ciertamente observaba el aspecto de salud con su cuerpo físico esbelto y musculoso, pronto se dio cuenta cuán mejor se podría sentir en su interior. Después de solo una semana de comer una alimentación basada en plantas sin procesar (WFPB, por sus siglas en inglés) él ya estaba experimentando un nuevo nivel de salud. Increíblemente, numerosos problemas que él pensaba eran “normales” (ronquidos, asma, dolor en las articulaciones, estreñimiento, tez opaca, etc.) desaparecieron o se redujeron de manera drástica. Mary-Ellen, que ya había sido vegetariana durante varios años (y más por su profundo amor por los animales), notó un sutil cambio en su energía general, su cutis, su delgadez y su salud mental.
El universo en juego
Fue una visita afortunada al quiropráctico de Mary-Ellen en junio de 2013 lo que nos puso en un camino con mayor propósito. Mientras nos sentábamos a la espera de una cita, se estaba reproduciendo el documental Forks Over Knives (FOK) en la sala de espera. Forks Over Knives fue básicamente nuestro despertar. Compramos el documental y lo vimos esa noche. Como le pasó a mucha gente, ver Forks Over Knives por primera vez fue emocional para nosotros. Nos sentimos sorprendidos, incrédulos, enojados (“¡¿por qué nadie nos había dicho esto antes?!”) y, finalmente, ¡EMPODERADOS!
Diario de un despliegue empresarial
Nuestro entusiasmo por compartir el mensaje de Forks Over Knives originalmente no tuvo la intención de convertirse en un negocio. En el verano de 2013 empezamos a compartir copias de Forks Over Knives con familiares, amigos y miembros de la clase de acondicionamiento físico. A medida que continuamos educándonos e incluso simplemente prestando más atención a nuestro entorno inmediato, pudimos ver claramente que estamos en una crisis de salud de enfermedades crónicas e intuitivamente supimos que había una buena razón para que pudiéramos crear una profesión al hacer lo que amamos hacer —educar y empoderar—.
“Viviendo el sueño”
En agosto de 2014 condujimos nueve horas desde nuestra casa en New Brunswick, Canadá, hasta el norte de Nueva York para asistir a Plant-Stock en la granja de la familia Esselstyn. Recordamos hacer la reserva meses antes con auténtico aturdimiento porque íbamos a este evento para conocer al Dr. T. Colin Campbell —¡Genial!—. Conocer al Dr. Campbell, al Dr. Esselstyn, al Dr. Lisle, al Dr. Barnard, Rip, Ann y Jane Esselstyn, y otros estimados oradores fue increíble. Las personas que conocimos estaban optimistas, curiosas, felices, y todos teníamos un interés común y entusiasmo en aprender juntos. Salimos ese fin de semana con un compromiso solidificado de difundir este mensaje por el resto de nuestras vidas.
Desde entonces hemos completado más educación continua, incluyendo el Certificado de Nutrición Basada en Plantas, que nos proporcionó una base sólida para entrenar a otros y para nuestra propia salud personal. Tenemos una profunda sed de aprender constantemente todo lo que podamos. Ni siquiera se siente como trabajo (la mayoría de los días). Estamos agradecidos de beneficiarnos por tener las mejores fuentes de información de los pioneros, especialmente el Dr. Campbell. Nosotros entrenamos a las personas para que hagan cambios sostenibles en su estilo de vida al ayudarles, primero, a cambiar las creencias que forman la base de su comportamiento, basados en nuevos marcos de referencia.
Consejos para compartir esta información
Cuando compartimos esta información, no siempre fue bien recibida. Ingenuamente, nosotros esperábamos que todos recibieran bien el mensaje. Muchos lo hicieron, pero estábamos confundidos e incluso heridos por la negativa absoluta de los demás (especialmente de los miembros de la familia). Fue a través de las enseñanzas perspicaces y humorísticas del Dr. Doug Lisle que aprendimos otro enfoque: no todo el mundo está interesado en una mejor salud si eso significa cambiar sus comportamientos, a pesar de que no se sientan bien y parecen infelices al respecto.
Seguimos el consejo del Dr. Wayne Dyer para vivir nuestras vidas: “Presta atención. Asómbrate. Diles a otros”. Ya hay muchos ejemplos de cómo esto nos deja sin palabras casi a diario, mientras continuamos en este camino de servir a los demás. Nos emocionamos y sentimos una profunda sensación de recompensa al ver esa expresión maravillosa y asombrada de la gente cuando nos manifiestan la gran mejoría que sienten. Simplemente irradian. ¡Misión cumplida!
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