¿Con qué frecuencia se interrumpe tu hora de comer? ¿Qué es una comida sin interrupciones?
La sociedad de hoy en día se mueve tan rápido que la mayoría de nosotros hemos olvidado cómo interactuar intencional y conscientemente con nuestra comida. A su vez, hay una desconexión entre lo que comemos y cómo nos sentimos. La premisa de una alimentación consciente es similar a la filosofía de la atención plena en general: al anclar conscientemente en el presente, uno puede enfocarse mejor en sus pensamientos, emociones y sensaciones físicas. Tener más conciencia ayuda a tener una perspectiva más positiva. Cuando uno practica la alimentación consciente, uno comienza a enfocarse más en las señales físicas que nos provoca la comida. Cuando nos tomamos el tiempo de conectar con nuestra comida, nutrimos nuestros cuerpos de la manera en que necesitan.
A continuación te compartimos los cinco pasos que puedes seguir para convertirte en un consumidor consciente basado en plantas:
Comemos por muchas razones: conveniencia, aburrimiento, emociones, celebración, hambre, disfrute y más. Antes de comer, pregúntate qué estás sintiendo. Al analizar las señales internas y externas de lo que te impulsa a comer, puedes tomar una decisión más consciente sobre qué y cuánta comida necesitas.
Con las intenciones correctas, nuestras comidas pueden conectarnos directamente con el entorno que nos rodea. Sin embargo, debido a que a menudo consumimos nuestras comidas distraídos por las presiones de una vida ajetreada, saltamos esta oportunidad. Trata de limitar las distracciones como usar tu teléfono, computadora o televisión durante las comidas, ya que esto puede hacer que comamos en exceso o que comamos muy poco. Sintoniza con el presente y utiliza las comidas como momentos para conectarte con tu comida y con las personas que te rodean.
Antes de comer, haz una pausa y contempla todo y a todos los que contribuyeron a llevar esta comida a tu mesa. Tómate un momento para concentrarte en el presente y expresar gratitud en silencio o verbalmente por la comida que tienes frente a ti.
A medida que comiences a comer, toma conciencia de todos tus sentidos. Toma pequeños bocados y mastica tu comida lentamente. Observa el color y las texturas de los alimentos que estás consumiendo. Observa los sabores de la comida: dulce, salada, agria, amarga y umami. El aroma de la comida puede desencadenar ciertos recuerdos y desbloquear emociones.
Después de comer, conecta con cómo te sientes. ¿Todavía tienes hambre o te sientes satisfecho? ¿La comida te llena de energía o te hace sentir adormecido? ¿Estás experimentando algún síntoma físico como distensión, acidez estomacal o reflujo? Revisa tus sensaciones corporales para determinar cómo te hizo sentir la comida. ¡Nuestro objetivo debe ser elegir alimentos que nos hagan sentir satisfechos, energizados y felices!
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