Si estás buscando una forma hermosa y resistente de regenerar tu patio parcial o totalmente, no busques más: los gremios de árboles son la respuesta. También conocidos como jardines de permacultura, dichos gremios se centran en un árbol frutal o de nueces, e incorporan un grupo diverso de plantas que trabajan juntas en armonía.
Los gremios de árboles consisten en un grupo de diferentes especies vegetales con funciones diversas, que colaboran para aprovechar los patrones naturales de la biodiversidad. Son sistemas autosuficientes que requieren poco mantenimiento.
Los gremios ocurren naturalmente en todas partes de la naturaleza. Si alguna vez has caminado por un campo o bosque que se ha desarrollado de forma natural, probablemente habrás notado cómo las plantas se agrupan, se apoyan entre sí de distintas maneras y se acomodan en capas para reducir la competencia por la luz solar.
El punto central de un gremio suele ser un árbol frutal o de nueces. Las plantas que lo rodean lo ayudan y estimulan su crecimiento:
Para lograr un gremio ideal alrededor de un árbol frutal o de nueces, debes elegir plantas que cumplan con las funciones mencionadas. Si tienes una o dos variedades para cada una de esas funciones, el gremio prosperará.
Fertilizantes – Ciertas plantas actúan como acumuladoras, es decir, mejoran el suelo al absorber y retener nutrientes. El nutriente más común que necesitará tu árbol frutal o de nueces es nitrógeno. Las plantas fijadoras de nitrógeno convierten el nitrógeno del aire en una forma que las plantas pueden absorber.
Las opciones de cobertura vegetal que fijan nitrógeno incluyen la alfalfa y todo tipo de trébol. También puedes usar plantas anuales, como el altramuz, las habas, los guisantes y los frijoles, o plantas perennes, como el ceanoto, la Carmichaelia (comúnmente conocida como broom de Nueva Zelanda), el arbusto kaka beak y la hiniesta de tintes. La consuelda es el fertilizante más comúnmente usado en los gremios, pero también funcionan bien el diente de león, la milenrama, las fresas y la acedera.
Repelentes de plagas – Las plantas con aromas fuertes confunden y repelen a las plagas. Es mejor colocar estas plantas en los bordes del gremio, aunque también pueden distribuirse por todo el espacio. El romero, la menta, el cebollino y la salvia son excelentes opciones, al igual que las caléndulas, el ajenjo y el ajo.
Productoras de acolchado (mulch) – Las plantas que aportan materia orgánica al suelo aumentan la retención de humedad y la salud general del suelo, lo cual no solo beneficia a las plantas, sino que también reduce la erosión. La consuelda, ya mencionada como excelente fertilizante, también produce mulch. Otras opciones ideales son el ruibarbo y las hostas.
Supresoras de césped y malezas – No hace falta explicar por qué son beneficiosas las plantas que inhiben el crecimiento de césped y malezas. Pero ¿sabías que también ayudan a reducir la necesidad de riego en el gremio? Las variedades de trébol, ruibarbo y fresa son excelentes para suprimir malezas, al igual que la calabaza y el zapallo.
Atractoras de polinizadores – Las plantas que atraen polinizadores a tu jardín ayudan a que todo prospere y aumentan la biodiversidad del gremio. A las abejas y a las mariposas les encantan la salvia, los girasoles, el algodoncillo, la bergamota, el hinojo, la lavanda y el eneldo.
Apoyo a la vida silvestre – Tener plantas que proporcionan hábitat y alimento para la fauna silvestre favorece la salud del ecosistema del gremio. Los arbustos frutales ofrecen bayas y sitios de anidación para aves. Por otra parte, el saúco y el espino atraen tanto a aves como a insectos.
Como con cualquier proyecto que parece grande, comenzar es más fácil si lo divides en partes pequeñas. Empieza por decidir qué árboles vas a plantar: frutales, de nueces o ambos. Asegúrate de elegir árboles que prosperen en tu zona de rusticidad específica. Si tienes poco espacio, considera árboles frutales enanos o arbustos de bayas. Tu árbol o arbusto será el centro del gremio.
Prepara el espacio – Define la forma y el tamaño de tu gremio. Una regla práctica es sembrar hasta el punto que alcanzará la copa del árbol cuando esté maduro. Elimina el césped, las malezas y otras plantas que no desees conservar. Para mejorar el drenaje, también puedes considerar hacer terrazas en el terreno.
Un análisis de suelo revelará si faltan nutrientes. Tanto los niveles de nutrientes, así como el pH, la textura y la estructura del suelo afectan el desarrollo de las plantas. Tras el análisis, puedes corregir los problemas existentes y elegir plantas que ayuden a contrarrestarlos a largo plazo. Si es posible añadir una capa de compost antes de plantar, esto también contribuirá a crear un suelo más saludable.
Elige tus plantas – No hay una fórmula exacta, pero una vez el espacio del gremio esté listo, puedes comenzar a calcular cuántas plantas necesitas para llenarlo. Si sigues las recomendaciones y siembras unas cuantas de cada tipo mencionado anteriormente, estarás bien encaminado. Antes de cavar, es útil colocar las plantas en macetas en el área designada. Así puedes reorganizarlas según sea necesario hasta que te sientas satisfecho con el diseño.
La preparación inicial será la parte que más tiempo y dinero consumirá, pero si eliges las plantas adecuadas, el mantenimiento de tu gremio de árboles frutales será mínimo. A medida que las plantas se establezcan, formarán su propio ecosistema y crearán un jardín hermoso y resistente.
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