En tu libro exitoso en ventas, El Estudio de China, describiste una relación entre el consumo de productos de origen animal y la incidencia de enfermedades como cáncer (seno, próstata, recto), diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, enfermedades autoinmunes, osteoporosis y enfermedades cerebrales degenerativas. Después de años de investigación y estudios llegaste a la conclusión de que sería más saludable para las personas si solo comen vegano, sin carne ni productos de origen animal. Pero el ser humano —tanto anatómica como orgánicamente— se ha desarrollado a lo largo de la evolución como “carnívoro”. Por lo tanto: ¿Una dieta vegana no estaría en conflicto con la naturaleza humana?
No acepto la premisa de que durante el curso de la evolución nos desarrollamos como carnívoros. Acepto las pruebas que demuestran que algunos alimentos de origen animal se han consumido durante mucho tiempo, pero no estoy convencido de que fuera mucho. No veo cómo la evidencia arqueológica y antropológica pudo haber documentado el consumo de alimentos basados en plantas que hubieran dejado poca o ninguna evidencia. También he visto algunos argumentos increíblemente convincentes de que evolucionamos sobre todo como herbívoros, basados en una consideración de evidencia anatómica y morfológica.
Además, he pasado gran parte de mi carrera (empezando como un casi carnívoro, tanto personal como profesionalmente) involucrado en la investigación experimental sobre el fundamento bioquímico del metabolismo celular, tomando conciencia en bastante profundidad sobre los principios subyacentes, especialmente en lo que se refiere a “nutrientes” presentes en los alimentos. Hay innumerables reacciones que, en principio, son reversibles o, como mínimo, tienen vías opcionales que conducen a enfermedades o eventos de salud. Es muy claro para mí que estas reacciones, cuando se dirigen en la dirección de la salud, son catalizadas por componentes basados en plantas, no componentes basados en animales. A este fenómeno se le ha dado casi ninguna atención, por lo que puedo ver, por los antropólogos.
Incluso si aceptamos que cantidades significativas de comidas de origen animal fueron consumidas por algunos grupos en la antigüedad, los seres humanos muestran una considerable adaptación durante largos períodos, por lo que los seres humanos de hoy deben reflejar las historias de los últimos 10 a 20 (o algo así) miles de años. Para complementar esta interpretación, los nuevos hallazgos ahora muestran que prácticamente todas las personas, cuando se someten a una alimentación basada en plantas sin procesar, mejoran en gran medida su salud. ¿Cómo pueden responder de esta manera si sus cuerpos estaban destinados a consumir una dieta basada en animales?
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