Como activista por los derechos de los animales, tengo mucha curiosidad acerca de tus estudios en ratas. Mi pregunta es hipotética. Si la política de financiación de la investigación no dependiera tanto del modelo animal, y hubieras sido financiado para El Estudio de China sin haber hecho primero la investigación en ratas, ¿crees que tus conclusiones habrían sido lo suficientemente significativas sin el trabajo en ratas para llegar a las mismas conclusiones en tu libro?
En otras palabras, tú dices que no había manera de que pudieras haber hecho el trabajo sin las ratas, pero el estudio epidemiológico masivo, para mí, parece mucho más significativo y aplicable a la salud humana, así que me pregunto si el trabajo de las ratas fue realmente necesario.
Esta es una pregunta que he pensado durante mucho tiempo. La respuesta es “No”; El Estudio de China no habría sido tan claro, aunque lo digo por consideraciones algo indirectas. Es cierto que los estudios en ratas y ratones ilustraron algo sobre la proteína animal que nunca antes se había demostrado, especialmente con la profundidad, entereza y naturaleza convincente de la observación. Es decir, demostraron directamente la naturaleza carcinogénica de la proteína de origen animal, algo que nunca se había visto en los estudios en seres humanos. En estudios en seres humanos solo tenemos hallazgos de correlación u observación y otros investigadores habrían disipado tales asociaciones como si no fueran reales. De hecho, tales asociaciones fueron vistas previamente en estudios humanos anteriores y nadie hizo nada con ellos; de hecho, se negaron a creer que fueran confiables.
Lo que hicimos en los estudios con ratas y ratones, en efecto, fue utilizar los criterios experimentales habitualmente utilizados en la ciencia para establecer si un químico es carcinógeno, un procedimiento ampliamente aceptado por casi todos. De hecho, ahí es de donde el público también aprende acerca de los carcinógenos químicos: en estudios en ratas y ratones. En el proceso descubrimos que, en vez de ser las concentraciones minuciosas de carcinógenos los principales factores de cáncer humano, es una combinación de desequilibrios de nutrientes lo que hace esto, en especial de una forma altamente integrada.
No puedo evocar ningún otro método de investigación que hubiera hecho lo que hicimos con nuestros estudios en ratas y ratones. Entonces, de manera importante, cuando posteriormente vimos las correlaciones que hicimos en el estudio humano en China, estas fueron mucho más impresionantes de lo que, de otra manera, hubieran sido.
La otra cuestión aquí es el hecho de que El Estudio de China no fue el tipo de estudio (según la mayoría de los investigadores) que hace algo más que sugerir hipótesis. Que no prueba nada, eso dicen. Estoy en desacuerdo, especialmente cuando sabemos, por los estudios más mecanicistas (como los hechos en ratas y ratones) que todo esto tiene sentido. Hay, por supuesto, muchas cosas más que podría decir aquí.
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