Seamos realistas, la mayoría de los niños no aman sus verduras. Cuando mis hijos empezaron a comer alimentos sólidos, siempre les ofrecía una gran variedad de verduras, ¡que generalmente engullían! Pero a medida que crecieron y comenzaron a desarrollar el gusto por otras cosas, se volvió más desafiante. La buena noticia respecto a los niños es que necesitan muchas calorías para satisfacer la demanda de sus cuerpos en rápido crecimiento. Pero, dicho esto, aun así no quieres alimentarlos con grasa, azúcar y comidas refinadas todo el día.
He encontrado algunas maneras que realmente me han ayudado a que mis hijos coman más verduras. ¡Eso sí, tomó algo de tiempo! Entonces, si estos métodos no hacen que tus hijos coman una ensalada al día siguiente, ¡no te preocupes! Solo sigue trabajando en ello.
Ser un buen ejemplo a seguir y hacer que estos elementos sean lo más accesibles como sea posible es la clave.
- Pruébalos congelados
Un día estaba escuchando la radio y discutían formas para que los niños comieran más verduras. Puede que sea una dietista registrada, pero mis hijos siguen siendo tan quisquillosos como los de cualquier otra persona. Así que subí el volumen y me sintonicé. Una cosa que mencionaron que no había intentado es ofrecer las verduras congeladas en lugar de cocidas. Suena loco, pero dije qué rayos y empecé a ofrecerle a mi hijo menor guisantes congelados. Los amó. Durante las siguientes dos semanas, ¡eso fue todo lo que pidió!
- Córtalos en diferentes formas
Otro consejo que puede parecer una locura, ¡pero realmente funciona! Mi hijo mayor ha sido brutal últimamente con lo de “no comer verduras”. Un día, hace unas semanas, estaba cortando en espiral un poco de calabaza amarilla, y me vino a la cabeza la idea de ofrecérsela cruda. Se negó a probarla, pero no me rendí. Solía comer mucho pepino, y yo tenía un poco en la nevera, así que le corté un poco en espiral. ¡Le encantó! También descubrí que le gusta cuando corto el pepino en tallos más largos. Sin embargo, no los tocará si están cortados en círculos. Muy raro.
- Haz que los niños participen en la preparación
Sé que puede ser un poco aterrador que los niños te ayuden en la cocina con cuchillos y agua hirviendo y cosas de esa naturaleza, pero hay muchas formas seguras de involucrarlos. Incluso ayudarte a sacar los ingredientes y hacer una mezcla básica puede ser emocionante para ellos. Hacer que se involucren con la cocina despierta su curiosidad y los pone en el espíritu de probar lo que se preparó.
- Haz que sean fácilmente disponibles
Mantener los vegetales enteros apilados en los contenedores de alimentos de tu refrigerador apenas si los hace accesibles. Tómate un tiempo uno o dos días después de comprar y corta las verduras como zanahorias, apio o pepinos, y guárdalas en el refrigerador, donde se puedan ver fácilmente. Las frutas del bosque son muy demandadas en nuestra familia, así que trato de enjuagar y cortar las fresas tan pronto como puedo y las pongo al nivel de los ojos en el refrigerador para mis hijos. ¡Usualmente ya no hay antes de que yo tenga la oportunidad de comer algo!
- Ofrece verduras primero
Así como con la mayoría de los niños activos y en crecimiento, mis hijos siempre tienen hambre y siempre me piden comida. He aprendido a ajustar mi enfoque de “¿Qué quieres que te dé?” a “¿Qué tal un poco de zanahorias o rodajas de manzana?”. Está funcionando muy bien hasta ahora, ya que a menudo elegirán una de las dos opciones saludables que les presento.
- Predica con el ejemplo
Si nunca comes las cosas correctas, ¿cómo esperas que tus hijos lo hagan? Frecuentemente, cuando quiero comer algunas verduras, me siento junto a mis hijos en el sofá o coloco el recipiente abierto sobre el mostrador si están en la cocina. Ser un buen ejemplo a seguir y hacer que estos elementos sean lo más accesibles posible es la clave. A mi hijo de tres años ahora le gusta morder un bocado de cada tallo de apio y zanahoria y devolverlo, pero bueno, ¡yo me lo como!
- Prueba con un batido
¡Qué mejor manera de infiltrar algunas verduras que mezclarlas con algo de fruta! Esta es una gran táctica, para espinacas especialmente. La espinaca es muy suave y se mezcla maravillosamente en una licuadora con fruta y líquido para crear un batido. Sin embargo, este truco no funciona todas las veces; mi hijo ha dejado muy claro que solo tomará batidos de color verde claro.
¿Alguno de los métodos anteriores hace que tus hijos coman más verduras? ¡Déjame saber en los comentarios!