Mi nombre es Adam Sud. Hace poco más de tres años y medio pesaba 310 libras. Todavía no me habían diagnosticado con diabetes tipo 2, ni con alta presión arterial. Era un adicto a las drogas, a la comida rápida, y sufría de depresión severa. En este punto mi vida consistía en sentarme en un apartamento sucio, rodeado de basura de comida rápida, mientras que consumía grandes cantidades de Adderall o comía comida rápida procesada. Me sentía miserable todo el tiempo y culpaba a todos y a todo por mi situación de vida. Era consciente constantemente sobre mi peso y nunca me sentía cómodo en cualquier situación social sin estar bajo el efecto de la droga. A duras penas trabajaba y me quedaba sin dinero. Supe que estaba rumbo al día en el que viviría en la calle y la realidad era que ese día estaba muy cerca. Literalmente, había gastado cada centavo que tenía en drogas y la droga disparaba la compra compulsiva. Había tocado fondo. Finalmente tomé el teléfono y pedí ayuda a mi padre. Dos semanas después me registré en rehabilitación.
Durante las primeras 24 horas que estuve en rehabilitación fui diagnosticado como un diabético tipo 2 con presión arterial alta. Me prescribieron siete medicamentos, medicamentos para la diabetes, para la presión sanguínea, antidepresivos, estabilizadores del humor, medicamentos para el trastorno hiperactivo de déficit de atención (ADHD, por sus siglas en inglés) y medicamentos para el sueño. Recuerdo sentirme completamente disgustado conmigo porque sabía que yo mismo me había hecho esto. Era mi culpa por completo y, por primera vez, tenía que asumir responsabilidad por mi estilo de vida. Pero tuve un increíble descubrimiento: si soy el problema, entonces tengo que ser la solución. Estas eran enfermedades de estilo de vida completamente reversibles a través de cambios en dicho estilo de vida. Tomé la responsabilidad de revertir mi diabetes tipo 2 y la presión arterial alta al implementar una nutrición basada en plantas dentro de mi programa de recuperación de medicamentos y terapias. Lo que no sabía era que esa nutrición se convertiría en la columna vertebral de mi recuperación total.
Ahora, yo era un tejano de séptima generación que era adicto a la comida rápida. Así que no era un cambio fácil. Leí un libro del Dr. Doug Lisle llamado The Pleasure Trap: Mastering the Hidden Force that Undermines Health & Happiness. Lo que aprendí de este libro fue que, para poder cambiar exitosamente mi vida, tenía que sentirme cómodo estando incómodo. Ese se ha convertido en mi lema para mi recuperación total. “Sentirse cómodo con estar incómodo es la clave de un cambio en el estilo de vida y de la recuperación”. En cuatro meses revertí completamente mi diabetes tipo 2 y la presión sanguínea, en 10 meses perdí 100 libras y en un año dejé los siete medicamentos que me prescribieron en rehabilitación. Hoy llevo más de tres años y medio sobrio y peso 165 libras. Me di cuenta de que una nutrición basada en plantas tiene un increíble poder en lo que respecta a la recuperación de una adicción. Me convertí en un entrenador certificado en estilo de vida holístico y desarrollé un programa utilizando la nutrición como una herramienta para la recuperación de una adicción y prevención de la recaída. Ahora dirijo grupos en casas de sobriedad y Centros de Terapia Intensiva de Pacientes Ambulatorios en Los Ángeles. Tengo el honor de hablar en eventos como las inmersiones Engine 2 del autor Rip Esselstyn sobre alimentación basada en plantas, Plant-Stock, los podcast de Rich Roll y muchos más.
La gente siempre me pregunta sobre lo que he perdido y disfruto al contarles sobre las 140 libras, las enfermedades (diabetes tipo 2, presión arterial alta, depresión) y los siete medicamentos. Pero lo que más disfruto de todo es lo que he ganado. Carreras en el lago por las mañanas con mi papá, una relación real con él y con el resto de mi familia, comprender mi valor y tener confianza en mí, mi propósito en la vida, la habilidad de ayudar a otros y, lo más importante, mi hermano gemelo Booby. Él se trasteo a mi apartamento en Los Ángeles para comenzar su propio viaje en plantas fuertes. En tres meses y medio perdió 50 libras, le retiraron sus medicinas para la diabetes tipo 2 en una semana y disminuyó su presión arterial de 140/100 a 120/80 en tres semanas.
Hoy puedo decir, honestamente, que estoy más feliz y más sano de lo que nunca he estado en toda mi vida. La nutrición basada en plantas no solamente salvó mi vida, me ha dado la habilidad de crear una completamente nueva. Una que tengo ganas de vivir cada día.
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