Al intentar hacer propósitos de Año Nuevo, o simplemente al adoptar un nuevo hábito saludable, las personas naturalmente asumen que tendrán que usar su “fuerza de voluntad”. La preocupación es… ¿tienen suficiente?
Hay una suposición tácita de que algunos problemas requieren una cantidad “X” de fuerza de voluntad para dominarlos, y si no tenemos bastante cantidad “X”, entonces podemos estar condenados al fracaso. Durante décadas, los terapeutas y consejeros han aceptado esta suposición tácita —de que la “fuerza de voluntad” de una persona es esencialmente una cantidad fija dentro de nosotros, que varía de persona a persona—. Algunas personas parecen tener una gran capacidad para soportar las tentaciones, mientras que otras parecen luchar mucho más.
Sin embargo, en la última década, una serie de investigaciones sobre la fuerza de voluntad destapó un hecho asombroso: la fuerza de voluntad no es una cantidad fija dentro de los individuos. La fuerza de voluntad de una persona varía enormemente de una hora a otra, dependiendo del grado de estrés mental reciente. Específicamente, el estrés mental (toma de decisiones) hace que un área de toma de decisiones del cerebro se vuelva mucho más activa de lo normal y queme más glucosa. Cuando esto sucede, a esta área del cerebro se le agota la glucosa y, por lo tanto, se fatiga. En ese momento, el individuo está experimentando “fatiga en la toma de decisiones” y se está volviendo cada vez más impulsivo. La fuerza de voluntad se está desvaneciendo, ya que la “fuerza” en la fuerza de voluntad es en realidad la glucosa cerebral. Los estudios dirigidos por el psicólogo social Roy Baumeister y sus colegas no han dejado ninguna duda al respecto: cuando tu mente está trabajando duro, así sea durante diez minutos, te sientes fatigado mentalmente y tu fuerza de voluntad tambalea.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Existen cuatro estrategias fundamentales sencillas y eficaces para apoyar tu fuerza de voluntad. Estas son: 1) limpiar tu habitación; 2) comer algo saludable primero; 3) hacer ejercicio a diario y 4) ir a la cama a tiempo. Esto suena ridículamente elemental y poco imaginativo. Sin embargo, cada una encaja en una pieza del rompecabezas completo de la fuerza de voluntad. Mantener un ambiente hogareño ordenado significa que tu mente tiene menos preocupaciones acerca de lo que “deberías” estar haciendo, en comparación con seguir mirando una pila de papeles desordenados en las mesas y escritorios. Un ambiente ordenado reducirá menos tu fuerza de voluntad que uno desordenado y, por lo tanto, te ayudará con otros objetivos que requieren tu limitada fuerza de voluntad, como elecciones saludables de alimentación y de vida. Cuando nos sentimos un poco estresados e incluso un poco cansados mentalmente, a menudo deseamos comer algo de comida chatarra. En ese momento tu mente y tu cuerpo naturalmente anhelan azúcar para reemplazar la glucosa que falta. En lugar de comer algo azucarado, come algo saludable primero. Los alimentos con alguna sustancia —como los carbohidratos complejos (como un banano o un poco de avena o un burrito de frijoles)— apoyarán tu glucosa cerebral de manera mucho más eficiente. Estos alimentos se digieren más lentamente que la comida chatarra, causan un aumento suave, pero constante de la glucosa en la sangre, y apoyan a tu cerebro para un camino largo y constante. A continuación, una rutina modesta de ejercicio diario también apoyará tu fuerza de voluntad. Esta rutina a menudo puede ser muy simple, como tomar 10 minutos al día en tu propio hogar para bailar algo de tu música favorita. No hay necesidad de ir al gimnasio y hacer una gran producción de esto. Yo simplemente salto la cuerda durante unos diez minutos y obtengo un gran entrenamiento. si entrenar no es lo tuyo, no te compliques —si así está mejor para tí—. Un programa modesto es un componente clave en el apoyo de la fuerza de voluntad. Todavía no se sabe por qué se ha observado que el ejercicio apoya exitosamente la fuerza de voluntad, pero podría ser que el ejercicio ayude al cuerpo a liberar más eficientemente la glucosa del almacenamiento bajo demanda y, por lo tanto, te ayuda a ser más resistente cuando estás bajo estrés. Así que: ponte en movimiento, pero está bien si no te complicas.
Por último, ¡apaga los juguetes electrónicos y ponte a dormir! Recientemente se ha demostrado por qué el sueño es tan importante: es durante el sueño que el cerebro hace su trabajo doméstico, literalmente se limpia. Cuando hay falta de sueño, nuestras mentes están literalmente trabajando contra los escombros mentales de ayer, y las privamos de todo su poder, y eso incluye nuestra fuerza de voluntad.
La alimentación sana, el ejercicio, el sueño, y un ambiente ordenado pueden no sonar sofisticados, pero son los fundamentos para apoyar a tu mente. Trata bien a tu mente, y no te abandonará y te ayudará cuando más lo necesites. Y así es como puedes comenzar un nuevo e interesante camino hacia volverte más saludable, más feliz y tener la vida que mereces.
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