Manteniendo tu equilibrio alimentario

Debido a que hay diferentes nutrientes en diferentes partes de la planta, trata de asegurarte de que estás alimentándote de cada una de ellas. Una manera de hacer esto es visualizar la planta completa mientras haces tu selección de alimentos. Por ejemplo, puedes comenzar con las raíces de una planta y moverte hacia arriba a través de los tallos, las hojas y las flores a los frutos y las semillas.

Recuerda, cada nutriente proporciona su propia función especial para el cuerpo, pero ningún nutriente actúa independientemente de los otros. Todos los nutrientes deben estar presentes en la alimentación, aunque en cantidades variables, para que el cuerpo se mantenga saludable.

• RAÍCES: Remolachas, papas, zanahorias, cebollas
• TALLOS: Apio, ruibarbo, col china, espárragos
• HOJAS: Lechuga, espinaca, kale, acelga
• FRUTAS: Manzanas, naranjas, plátanos, tomates
• SEMILLAS: Arvejas desgranadas, frijoles sin cáscara, cereales de grano entero
• FLORES: Coles de Bruselas, brócoli, coliflor