Temas » Sostenibilidad alimentaria » América, la hermosa: Nadando en el lodo
Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell

En los Estados Unidos, hace poco tuvimos una de las peores sequías de la historia. Nuestro césped se marchitaba a marrón oscuro. Nuestros cultivos murieron. Los precios de los alimentos aumentaron. Una previsión del futuro que nos gustaría evitar…

Estados Unidos se está quedando sin agua limpia rápidamente. California es el primer ejemplo de un estado que ya está en una crisis de agua. Los expertos estiman que esta tierra agrícola y hogar de Hollywood solo tiene alrededor de 12 a 18 meses de uso del agua[1]. Actualmente los acuíferos están siendo extraídos a tasas extremas, 250 veces su capacidad de rellenarse. Se prevé que el acuífero de Ogallala, de 12 millones de años de antigüedad, se secará en los próximos 20 años, debido al uso excesivo y al abuso por parte de la industria ganadera. También tenemos condiciones climáticas que están causando una sequía. Jay Famiglietti, un científico de la NASA en Pasadena que estudia los suministros de agua en California declaró que “las extracciones superan con creces la reposición. No podemos seguir haciendo esto”[2]. El problema no es ningún secreto, pero el culpable permanece evasivo.

La principal culpable (desde cambiar nuestro clima hasta diezmar nuestras vías fluviales) es nuestra dieta estadounidense cargada de carnes y productos lácteos. De hecho, “las granjas han desplazado a las fábricas en ser los mayores contaminadores de las vías fluviales de los Estados Unidos”[3]. Piensa en esto: si la cantidad de estiércol de las 20 000 granjas de cría intensiva se empacara en furgones, ¡habría suficientes vehículos llenos de estiércol para darle la vuelta al mundo entero catorce veces![4] El estiércol animal se almacena en hoyos del tamaño de un campo de fútbol en el suelo a nueve metros de profundidad, y millares de estas fosas sépticas ahora están recubrimiento nuestro campo hermoso convirtiendo nuestra tierra en un pantano fétido[5].

Aunque muchos consumidores han oído hablar de la desaparición de la selva amazónica y el cambio climático, pocos o ninguno han oído hablar de los derrames masivos de estiércol de las granjas de cría intensiva que están diezmando nuestros océanos y son más grandes en tamaño que los derrames de petróleo.

En 2010, el derrame de petróleo de la British Petroleum en el Golfo de México estuvo en las primeras páginas de los periódicos durante semanas, mientras las imágenes del desastre se apoderaban de las noticias nocturnas. El director general de la British Petroleum fue sometido a un escrutinio tremendo por el accidente que envió 4,9 millones de galones de petróleo al Golfo. Hubo una protesta pública, y cientos de grupos ayudaron a limpiar el derrame. El derrame de petróleo de British Petroleum fue más grande que el infame derrame de Exxon Valdez en 1989, que impactó 2092 kilómetros de océano y mató un sorprendente número de 250 000 aves.

Mientras que los derrames de petróleo reciben cobertura nacional y protesta pública, los constantes derrames en las lagunas ocurren todo el tiempo con cero coberturas a nivel nacional y limitada (si es que existe) cobertura local. Algunos de los derrames en lagunas son comparables, si no más grandes, que el derrame de Exxon Valdez. Por ejemplo, en 1995 se desbordó una laguna de 11 148 metros cuadrados en las granjas de Oceanview, en Carolina del Norte, enviando noventa y cinco millones de litros de heces y aguas residuales en New River[6]. El derrame mató al menos diez millones de peces y contaminó 142 000 hectáreas costeras de hábitat de mariscos. Los peces muertos empezaron a bordear las riberas del río a las dos horas del derrame. El lodo de estiércol era tan denso que tomó dos meses para que los lodos hicieran el trayecto de 26 kilómetros por New River hasta el océano.

Copyright Castle & Goodman "The Meaty Truth"

Mientras que el derrame de las granjas de Oceanview es el doble del tamaño del derrame de petróleo de Exxon Valdez —que es considerado el derrame ambiental más grande—, la mayoría de los estadounidenses nunca han oído hablar de él. Tampoco, en ese momento, los ciudadanos que nadaban río abajo. Los funcionarios del Gobierno no les advirtieron del estiércol de cerdo contaminado con Escherichia coli que se dirigía hacia ellos. El derrame de las granjas de Oceanview ha pasado en la historia como uno de los desastres ambientales más grandes, que mató a cada criatura viva en su trayectoria en las vías fluviales de Carolina del Norte [7].

En comparación con los derrames de petróleo, que rara vez ocurren al nivel de los derrames de British Petroleum y Exxon Valdez, los derrames de laguna son consistentes, frecuentes y presentan daños ambientales comparables con menor cobertura y apoyo. Según el Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés), “entre 1995 y 1998 se produjeron mil derrames o incidentes de contaminación en granjas de engorde de ganado en diez estados y doscientas muertes de peces relacionadas con estiércol produjeron la muerte de trece millones de peces”[8]. No mucho ha cambiado desde entonces.

Avancemos rápidamente hasta hoy, y podemos ver que por alguna razón no estamos aprendiendo del pasado. Por ejemplo, ¿alguien oyó hablar de dos derrames de estiércol de 1 135 000 litros en Wisconsin en 2013? Uno de estos derrames masivos, aunque fue un “accidente”, produjo un sendero de 1,6 kilómetros de residuos de animales[9]. Sin embargo, los derrames de estiércol son cada vez más frecuentes. De hecho, en 2013 hubo un total de 76 derrames de estiércol solo en Wisconsin, totalizando más 3 800 000 de litros de estiércol[10]. Este es un aumento del 65 por ciento en los derrames de estiércol a partir de 2012. No es tan reconfortante la declaración de la presidenta de la Iowa Citizens for Community Improvement Action Fund, Lori Nelson, quien dijo que: “Todas las granjas de cría intensiva en Iowa son una bomba de tiempo que podrían tener un derrame en cualquier momento…”[11]

Este nivel de devastación ecológica que causa contaminación por nitratos y zonas muertas ni siquiera incluye la cantidad de agua que el ganado consume. Casi la mitad de toda el agua utilizada en los Estados Unidos se destina a criar animales para la alimentación. Los animales destinados para tu plato consumen alrededor de 8,7 mil millones de litros de agua por día, o alrededor de 3 billones de litros por año[12].

Las principales organizaciones internacionales predicen que las guerras del futuro no serán por el petróleo, sino por el agua potable. Las guerras del agua son solo el principio, porque el agua limpia es una necesidad fundamental para que todos los seres vivos sobrevivan. Como se espera que la población alcance los nueve mil millones en 2050, nuestro suministro de agua se convertirá en un recurso cada vez más precioso y escaso[13]. Con solo un uno por ciento de agua dulce disponible y una población creciente de más de siete mil millones, nuestros recursos hídricos ya están restringidos a lo máximo sin tener al estiércol destruyendo lo que nos queda.

Sin embargo, no se pierde toda la esperanza. Una de las posibilidades más eficaces para frenar el cambio climático, preservar nuestras fuentes de agua, y ser más saludables nosotros mismos, es comer una alimentación basada en plantas sin procesar. Las granjas de cría intensiva y el sector ganadero posiblemente tienen el mayor impacto destructivo inducido por el ser humano en nuestro planeta. Tenemos la receta para un sistema de alimentos que nos mantendrá felices y saludables y a nuestro medio ambiente prístino y verde.

Solo recuerda: lo que está al final de tu tenedor es más potente que cualquier cosa en la parte inferior de un frasco de píldoras y más eficaz en la preservación del medio ambiente que una bombilla de ahorro de energía o un Prius.

Referencias

  1. Jay Famiglietti, “Op-ed: How much water does California have left?”, LA Times, 8 July, 2014, http://www.latimes.com/opinion/op-ed/la-oe-famiglietti-southern-california-drought-20140709-story.html
  2. Justin Gillis and Matt Richtel, “Beneath California Crops, Groundwater Crisis Grows,” New York Times 5 April, 2015, http://www.nytimes.com/2015/04/06/science/beneath-california-crops-groundwater-crisis-grows.html?_r=0
  3. Jeff Tietz, “Boss Hog: The Dark Side of America’s Top Pork Producer,”RollingStone, December 2006, http://www.rollingstone.com/culture/news/boss-hog-the-dark-side-of-americas-top-porkproducer-20061214.
  4. Daniel Imhoff, The CAFO Reader: Tragedy of Industrial Animal Production (California: Foundation for Deep Ecology, 2010).
  5. Jennifer Sandy, “Factory Farms: A Bad Choice for Rural America,”Forum Journal 23 (2009), http://www.preservationnation.org/forum/library/public-articles/factory-farms.html.
  6. David Kirby, Animal Factory: The Looming Threat of Industrial Pig, Dairy, and Poultry Farms to Humans and the Environment (New York: St. Martin’s Press, 2010), 92.
  7. Jeff Tietz, “Boss Hog: The Dark Side of America’s Top Pork Producer,”RollingStone, December 2006, http://www.rollingstone.com/culture/news/boss-hog-the-dark-side-of-americas-top-pork-producer-20061214.
  8. David Kirby, Animal Factory: The Looming Threat of Industrial Pig, Dairy, and Poultry Farms to Humans and the Environment (New York: St. Martin’s Press, 2010), 8.
  9. Steven Verburg, “Cleanup of Mile Long Manure Spill near Waunakee Expected to be Completed Soon,” Wisconsin State Journal, 3 December 2013.
  10. Lee Bergquist and Kevin Crowe, “Manure Spills in 2013 the Highest in Seven Years Statewide,” Milwaukee Wisconsin Journal Sentinel, 5 December 2013, http://www.jsonline.com/news/wisconsin/manure-spills-in-2013-the-highest-in-seven-years-statewide-b99157574z1-234701931.html
  11. Matthew Patane, “Iowa Manure Spills Jump 65% in 2013,” The Des Moines Register, 4 February 2014, http://www.desmoinesregister.com/story/news/2014/02/04/76-manure-spills-documented-in-iowa-in-2013-a-65-jump/5198145/
  12. Michael Jacobson, Six Arguments for a Greener Diet (Center for Science in the Public Interest, 2006), 93.
  13. Pierre Gerber, Hennin Steinfeld, et al, Livestock’s Long Shadow: Environmental Issues and Options (Rome: Food and Agricultural Organization of the United Nations, 2007).

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