Temas » Ciencia de la nutrición » Anemia por deficiencia de hierro – Causas, dietas y tratamientos
Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell
Anemia por deficiencia de hierro - Causas, dietas y tratamientos

La anemia por deficiencia de hierro es causada por una carencia de hierro en el cuerpo. La deficiencia de hierro es la deficiencia nutricional más prevalente en el mundo[1]. En los Estados Unidos representa el 5 % de los casos de anemia en mujeres y el 2 % en hombres. La anemia (derivada de la palabra griega anaimia, que significa “falta de sangre”) se asocia con fatiga crónica, función cognitiva deteriorada y una disminución general de la sensación de bienestar.

Este artículo definirá la deficiencia de hierro, explicará las causas de la anemia por deficiencia de hierro y detallará las opciones de tratamiento y los posibles efectos secundarios de la terapia de reemplazo de hierro.

¿Qué es la anemia por deficiencia de hierro?

La anemia por deficiencia de hierro es una condición médica caracterizada por niveles bajos de hierro en el cuerpo, lo que lleva a niveles bajos de hemoglobina y, en última instancia, un trastorno conocido como anemia. Es la causa más común de anemia. La anemia es la falta de glóbulos rojos o hemoglobina en el cuerpo y produce una cantidad reducida de oxígeno transportado a través del cuerpo. Esto causa debilidad, fatiga y deterioro cognitivo en las personas afectadas por esta afección[2].

La Organización Mundial de la Salud define la anemia por los siguientes valores de hemoglobina (Hgb)[3]:

Hombres – Hgb <13,0 g / dL

Mujeres (no embarazadas) – Hgb < 12,0 g / dL

Mujeres (embarazadas) – Hgb < 11,0 g / dL

¿Qué causa la anemia por deficiencia de hierro?

La anemia por deficiencia de hierro tiene cuatro causas principales, que serán enumeradas a continuación[4][5][6]. Si tienes uno o más de los siguientes cuatro problemas, no significa que definitivamente tengas anemia por deficiencia de hierro. Solo significa que estos son los cuatro factores potenciales principales que pueden causar esta condición médica. Un médico es el único que te puede diagnosticar la anemia por deficiencia de hierro.

Las cuatro causas principales de la anemia por deficiencia de hierro

  • Disminución de la ingesta alimenticia de hierro (desnutrición o mala alimentación).
  • Disminución de la absorción de hierro en el intestino (enfermedad celíaca, gastritis atrófica, resección quirúrgica de una parte o la totalidad del estómago o los intestinos, etc.).
  • Mayor demanda de hierro (embarazo, rápido crecimiento durante la infancia).
  • Aumento de la pérdida de hierro (pérdidas de sangre excesivas, en cualquier forma).

Si te diagnostican anemia por deficiencia de hierro, es importante que trabajes de la mano con tu médico para encontrar la causa. El tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro con suplementos de hierro, sin encontrar la causa, solo proporciona una solución a corto plazo; no es una respuesta permanente a tus problemas.

El aumento de las pérdidas de sangre que resulta en la deficiencia de hierro puede deberse a una serie de factores diferentes. El más común se debe a un sangrado excesivo durante el ciclo menstrual en mujeres premenopáusicas[3]. Esta condición se conoce como menorragia. Por eso, la mayoría de las mujeres son más susceptibles a la anemia por deficiencia de hierro que la mayoría de los hombres.

En las personas que no menstrúan, la causa más común de deficiencia de hierro y anemia por deficiencia de hierro son los trastornos que afectan el tracto gastrointestinal[6]. Estos incluyen la disminución de la absorción de hierro o el aumento de la pérdida de hierro, debido a la pérdida de sangre.

Las causas más comunes de trastornos hemorrágicos en el intestino comprenden:

  • Tumores benignos o cancerosos del tracto gastrointestinal.
  • Hemorroides.
  • Enfermedad ulcerosa péptica o duodenal.
  • Consumo crónico de aspirina, antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, etc.), antiplaquetarios (Plavix, Brilinta, Effient) o anticoagulantes (Coumadin, warfarina).
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn).
  • Várices esofágicas (venas agrandadas que sangran en el esófago debido a una enfermedad hepática).
  • Enfermedad diverticular.
  • Sangrado microscópico debido al consumo de leche de vaca en bebés y niños pequeños.

¿Para qué el cuerpo usa el hierro?

La mayoría de la gente piensa en puentes, edificios, herramientas y máquinas cuando piensa en el hierro. Después de todo, el hierro se utiliza para hacer todas estas cosas. Sin embargo, el cuerpo humano tiene usos muy diferentes para el hierro. Estas incluyen las siguientes tres funciones principales[4][5][10]:

1) Transporte de oxígeno a través del cuerpo

  • Los glóbulos rojos y la hemoglobina que se encuentra dentro de ellos requieren hierro en su proceso de formación. Sin hierro no existirían. Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo a través del suministro de sangre. Cada molécula de hemoglobina tiene cuatro moléculas de hierro y, por tanto, se puede unir a un total de cuatro moléculas de oxígeno. Cada glóbulo rojo tiene aproximadamente 270 millones de moléculas de hemoglobina. Cada persona tiene alrededor de 20-30 trillones de glóbulos rojos.
  • La mioglobina es similar a la hemoglobina, pero solo se encuentra en el tejido muscular. “Atrapa” el oxígeno suministrado por la hemoglobina al tejido muscular. Cada molécula de mioglobina contiene solo una molécula de hierro y puede transportar o almacenar solo una molécula de oxígeno por esta razón.

2) Crecimiento y desarrollo

  • Se ha demostrado que tanto la deficiencia de hierro como la anemia por deficiencia de hierro retardan el desarrollo de las habilidades motoras de un niño y afectan negativamente que su cerebro se desarrolle de forma normal.

3) La formación de la energía

  • El hierro es esencial en la formación de más trifosfato de adenosina o ATP (es decir, energía).

¿Cuánto hierro necesitas?

El adulto humano promedio almacena cerca de uno a tres gramos (1 000 – 3 000 mg) de hierro en su cuerpo[4]. No se conoce ningún mecanismo para que el cuerpo humano elimine el exceso de hierro. Sin embargo, el cuerpo pierde una cantidad muy pequeña de hierro a diario a través del sudor, la orina y las heces. Estas pérdidas ascienden a aproximadamente 1 mg de hierro por día. En las personas que están menstruando, pierden en promedio 1 mg adicional de hierro por día en la sangre menstrual.

Los requisitos humanos para el reemplazo de hierro implican sustituir estas pérdidas diarias de hierro. Esto es equivalente a 1 o 2 mg de hierro por día. El cuerpo necesita tan poco hierro de reemplazo porque recicla la mayor parte del hierro que usa. Este hierro se almacena principalmente en el hígado, el bazo y la médula ósea. Los niños pueden necesitar un poco más de hierro de reemplazo para fines de crecimiento y desarrollo, y las madres embarazadas necesitarán más para su bebé en crecimiento. A continuación, encontrarás los requerimientos diarios de hierro para diferentes edades y etapas de la vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

Requerimientos diarios de hierro para el 97,5 % de la población[4]

    Niños (de 4 meses a 5 años) – 0,61 a 0,96 mg
    Niños (6-11 años) – 1,17 mg
    Adolescentes sin menstruación (12-16 años) – 1,82 mg
    Adolescentes con menstruación (12-16 años) – 2,02 mg
    Mujeres adultas sin menstruación – 0,9 – 0,96 mg
    Mujeres adultas con menstruación (mujeres no embarazadas, premenopáusicas) – 2,38 mg
    Mujeres adultas embarazadas (primer trimestre) – 0,8 mg
    Mujeres adultas embarazadas (segundo y tercer trimestre) – 6,3 mg
    Mujeres adultas lactantes – 1,31 mg.

¿De dónde viene el hierro en la alimentación?

Hay dos formas diferentes de hierro que se obtienen en la alimentación: hierro hemo y hierro no hemo[5]. El sistema digestivo humano absorbe más fácilmente el hierro hemo. El hierro hemo solo se encuentra en comidas de origen animal, principalmente en carnes (carne de res, pollo, cerdo, cordero, pavo, pescado, mariscos). Aunque el hierro hemo se absorbe mejor que el hierro no hemo, se ha relacionado con un mayor riesgo en varios tipos de cáncer, incluidos los de colon, estómago, esófago y endometrio[11][12][13].

El hierro no hemo se encuentra principalmente en alimentos vegetales, pero también está presente en comidas de origen animal como los productos lácteos y los huevos. Normalmente se obtiene al comer verduras, legumbres, cereales de grano entero, cereales fortificados y algunos otros alimentos vegetales.

Los seres humanos absorben muy poco hierro en general de fuentes alimenticias. El hierro hemo se absorbe a una tasa de aproximadamente 15 % – 35 %, mientras que el hierro no hemo se absorbe a una tasa de aproximadamente 2 % – 20 %[4]. En promedio, la dieta occidental típica contiene aproximadamente 7 mg de hierro por cada 1000 calorías consumidas[1]. Por lo tanto, si consumieras una dieta occidental de 2000 calorías por día, esto equivaldría a 14 mg de hierro por día. Sin embargo, recuerda que solo una fracción de esto se absorbe en el tracto digestivo. Usualmente, todavía es suficiente para cumplir con los 1 a 2 mg / día que la mayoría de las personas requieren para reemplazar sus pérdidas diarias de hierro.

A pesar del mito común de que los veganos y los vegetarianos son más propensos a tener deficiencia de hierro y anemia, no lo son.

Los veganos y los vegetarianos consumen el mismo hierro o más cada día. Un estudio publicado en 2014 mostró que, en promedio, los veganos consumían 23 mg de hierro por día y los vegetarianos consumían 20 mg / día[14]. Los omnívoros, pescovegetarianos y semivegetarianos consumieron un promedio de 17 a 20 mg de hierro por día en este estudio.

A pesar del mito común de que los veganos y los vegetarianos son más propensos a tener deficiencia de hierro y anemia, no lo son. La posición de la American Dietetic Association (Asociación Dietética Estadounidense, en español) señaló esto en 2009 al afirmar que “la incidencia de la anemia por deficiencia de hierro entre los vegetarianos es similar a la de los no vegetarianos. Aunque los adultos vegetarianos tienen menos reservas de hierro que los no vegetarianos, sus niveles de ferritina sérica generalmente están dentro del rango normal”[15].

¿Cómo puedo aumentar mis niveles de hierro?

Si eres diagnosticado con deficiencia de hierro o anemia por deficiencia de hierro, entonces obviamente necesitas aumentar tus niveles de hierro. También necesitas trabajar de la mano con tu médico para encontrar la causa de tu condición.

Es preferible obtener más hierro a través de fuentes alimenticias, especialmente a través de alimentos vegetales saludables. ¡No hay efectos secundarios al comer vegetales! Esta es la forma más segura de aumentar tus reservas de hierro si solo existe una deficiencia menor. Pero para aquellos con anemia por deficiencia de hierro, un suplemento de hierro puede ser indicado.

Sin embargo, antes de hacer algo, recuerda nunca tomar suplementos de hierro, a menos de que tu médico te lo indique. No te autodiagnostiques con anemia por deficiencia de hierro ni empieces a tomar suplementos de hierro de venta libre porque te sientes cansado o agotado. Suplementarse con este metal puede ser potencialmente tóxico, así que no lo hagas por tu cuenta.

Contenido de hierro en fuentes alimenticias

Teniendo esto en cuenta, demos un vistazo al contenido de hierro en varios alimentos. A continuación, se muestra una tabla con esta información[16]. Las comidas de origen animal están listadas en rojo, y los alimentos vegetales están listados en verde. Recuerda nuevamente, solo una pequeña porción del contenido de hierro listado es absorbida realmente.

Anemia por deficiencia de hierro - Causas, dietas y tratamientos

Anemia por deficiencia de hierro - Causas, dietas y tratamientos

Un aspecto positivo sobre la anemia por deficiencia de hierro es que cuando un individuo tiene anemia, el cuerpo puede compensar para permitir que se absorba más hierro de la alimentación. Este es uno de los mecanismos innatos de nuestro cuerpo que trata de solucionar el problema en cuestión. Cuando esto sucede, el tracto digestivo permite que se absorban hasta 20 – 40 mg / día de hierro en lugar de los 1 – 2 mg / día normales[5].

Otra forma de aumentar la absorción de hierro en la alimentación es consumir alimentos vegetales ricos en hierro con vitamina C o comidas que contengan vitamina C (es decir, cítricos, jugos de frutas, fresas, vegetales de hojas verdes, coliflor, repollo, etc.)[5]. Algunos alimentos y condimentos cocidos, fermentados o germinados, como el chucrut y la salsa de soya también pueden aumentar la absorción de hierro.

Otros alimentos pueden inhibir la absorción de hierro. Estos incluyen fitatos, que se encuentran en legumbres, nueces y semillas. Los alimentos ricos en taninos como el café y el té también pueden inhibir la absorción de hierro. Y, por último, los alimentos que contienen calcio o los antiácidos pueden disminuir la absorción de hierro. Su consumo debe estar separado de los alimentos ricos en hierro por al menos un par de horas.

Suplementación de hierro

Si necesitas suplementos de hierro, de acuerdo con las recomendaciones de tu médico, existen algunos tipos diferentes de suplementos de hierro que puedes elegir[17].

1) Sales de hierro ferrosas (sulfato ferroso, gluconato ferroso, fumarato ferroso)

  • Suplementos típicos de reemplazo de hierro de primer nivel (especialmente el sulfato ferroso) debido a su bajo costo, su tolerabilidad general y su efectividad.

2) Hierros férricos (citrato de amonio férrico, complejo polisacárido de hierro)

  • Estos productos de hierro se absorben tres veces menos fácilmente que las formas de sal ferrosa, con excepción del complejo polisacárido de hierro, que tiene tasas de absorción similares a las del sulfato ferroso.

3) Carbonilo de hierro

  • Consiste en un 100 % de hierro elemental.
  • Es menos tóxico que las sales de hierro.

4) Quelatos de hierro-aminoácido (bisglicinato ferroso, etc.)

  • Alta biodisponibilidad (mejor absorción) que las formas ferrosas o férricas del hierro.
  • Menos intolerancia gastrointestinal que otras formas de hierro.
  • Si estás buscando un suplemento vegano registrado, Deva Nutrition fabrica un producto de hierro quelado vegano con B12 añadido.

5) Polipéptido de hierro hemo

  • Se absorbe y se tolera mejor que las sales de hierro.
  • Derivado de glóbulos rojos de cerdo.

Para obtener un informe más detallado sobre estas diferentes formas de hierro, por favor lee un artículo que explora esto más a fondo en la Carta del farmacéutico (en inglés).

Al tomar suplementos orales de hierro, es importante evitar los antiácidos y tomar los suplementos de hierro con el estómago vacío. Ambas acciones mejorarán la absorción de hierro, aunque los efectos gastrointestinales secundarios pueden aumentar al consumir hierro con el estómago vacío. Los alimentos en realidad disminuyen la absorción de hierro en un 40 % a 50 %[17].

La intolerancia gastrointestinal (náuseas, vómitos, dolor / malestar abdominal, estreñimiento, heces de color oscuro) pueden ser los efectos secundarios más preocupantes para quienes toman suplementos orales de hierro y ocurren en aproximadamente el 30 % a 43 % de los pacientes que consumen las formas de sal ferrosa[18]. Hasta el 50 % de los pacientes dejarán de tomar su suplemento de hierro debido a estos efectos secundarios desagradables[3].

El objetivo de tomar la terapia de reemplazo de hierro oral en la anemia por deficiencia de hierro es, obviamente, restaurar las reservas de hierro en el cuerpo y llevar la hemoglobina de una persona a niveles normales. Los niveles de hemoglobina deben comenzar a aumentar después de una a dos semanas y deben aumentar aproximadamente 1 g / semana con una terapia de reemplazo de hierro oral adecuada. Después de cuatro semanas, las personas con una deficiencia menor de hierro pueden tener sus niveles de hemoglobina de vuelta a la normalidad, pero algunas personas pueden tardar más tiempo[19]. Se tarda más tiempo en reponer las reservas de hierro para que vuelvan a la normalidad en el cuerpo. Este proceso puede llevar hasta tres a seis meses de terapia de hierro.

En las personas que no pueden tolerar la terapia de hierro por vía oral, o en aquellas con anemia grave que requieren un reemplazo de hierro más rápido, hay formas de hierro por vía intravenosa disponibles. Estas son más costosas, requieren más recursos de atención y personal médicos para administrar y monitorear la terapia de infusión de reemplazo de hierro, y tienen el potencial de causar reacciones alérgicas raras, pero potencialmente mortales, en algunos pacientes. Por lo tanto, el uso de la terapia de infusión de hierro por vía intravenosa debes discutirla exhaustivamente con tu médico antes de continuar.

Conclusiones

La anemia por deficiencia de hierro es una condición médica grave que requiere terapias con objetivos específicos. Los pacientes deben trabajar diligentemente con su médico para encontrar la causa de su condición y, al mismo tiempo, tratarla con terapia de reemplazo de hierro.

La alimentación siempre es un buen lugar para comenzar cuando se intenta aumentar la ingesta de hierro, e incluso puede ser parte de la causa. Muchas de las condiciones mencionadas en este artículo que conducen a una disminución de la absorción de hierro o un aumento en la pérdida de hierro a través del sangrado se deben en parte o en su totalidad a la alimentación: enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad diverticular, sangrado menstrual anormal, hemorroides, cáncer de colon, etc. Al adoptar una alimentación basada en plantas sin procesar, es posible que puedas eliminar o disminuir el daño causado por muchas de estas enfermedades y, en el proceso, tratar tu anemia por deficiencia de hierro.

Algunas personas necesitarán tomar suplementos de hierro, si su médico lo indica de acuerdo con su criterio profesional. Será necesario controlar los niveles de hierro y hemoglobina al hacer esto, así que asegúrate de trabajar en estrecha colaboración con tu médico para asegurarte de que estás tomando la dosis correcta de hierro. Al final, la deficiencia de hierro puede tratarse fácilmente con la orientación y el plan de acción correctos.

¡Que la vida te traiga abundancia de salud y felicidad en tu trayecto hacia una salud óptima!

Referencias

  1. Johnson-Wimbley TD, Graham DY. Diagnosis and management of iron deficiency anemia in the 21st century. Therap Adv Gastroenterol. 2011 May;4(3):177-84.
  2. Brunner C, Wuillemin WA. [Iron deficiency and iron deficiency anemia – symptoms and therapy]. Ther Umsch. 2010 May;67(5):219-23.
  3. Jimenez K, Kulnigg-Dabsch S, Gasche C. Management of Iron Deficiency Anemia. Gastroenterol Hepatol (N Y). 2015 Apr;11(4):241-50.
  4. Abbaspour N, Hurrell R, Kelishadi R. Review on iron and its importance for human health. Journal of Research in Medical Sciences : The Official Journal of Isfahan University of Medical Sciences. 2014;19(2):164-174.
  5. Aspuru K, Villa C, Bermejo F, Herrero P, López SG. Optimal management of iron deficiency anemia due to poor dietary intake. International Journal of General Medicine. 2011;4:741-750.
  6. Bermejo F, García-López S. A guide to diagnosis of iron deficiency and iron deficiency anemia in digestive diseases. World Journal of Gastroenterology : WJG. 2009;15(37):4638-4643.
  7. Kim BSM, Li BT, Engel A, et al. Diagnosis of gastrointestinal bleeding: A practical guide for clinicians. World Journal of Gastrointestinal Pathophysiology. 2014;5(4):467-478.
  8. Ziegler EE. Consumption of cow’s milk as a cause of iron deficiency in infants and toddlers. Nutr Rev. 2011 Nov;69 Suppl 1:S37-42.
  9. Shafir T, Angulo-Barroso R, Jing Y, Lu Angelilli M, Jacobson SW, Lozoff B. Iron deficiency and infant motor development. Early human development. 2008;84(7):479-485.
  10. Oexle H, Gnaiger E, Weiss G. Iron-dependent changes in cellular energy metabolism: influence on citric acid cycle and oxidative phosphorylation. Biochim Biophys Acta. 1999 Nov 10;1413(3):99-107.
  11. Ward MH, Cross AJ, Abnet CC, Sinha R, Markin RS, Weisenburger DD. Heme iron from meat and risk of adenocarcinoma of the esophagus and stomach. European Journal of Cancer Prevention. 2012;21(2):134-138.
  12. Bastide NM, Pierre FH, Corpet DE. Heme iron from meat and risk of colorectal cancer: a meta-analysis and a review of the mechanisms involved. Cancer Prev Res (Phila). 2011 Feb;4(2):177-84.
  13. Genkinger JM, Friberg E, Goldbohm RA, Wolk A. Long-term dietary heme iron and red meat intake in relation to endometrial cancer risk. Am J Clin Nutr. 2012 Oct;96(4):848-54. Epub 2012 Sep 5.
  14. Clarys P, Deliens T, Huybrechts I, et al. Comparison of Nutritional Quality of the Vegan, Vegetarian, Semi-Vegetarian, Pesco-Vegetarian and Omnivorous Diet. Nutrients. 2014;6(3):1318-1332.
  15. Craig WJ, Mangels AR; American Dietetic Association. Position of the American Dietetic Association: vegetarian diets. J Am Diet Assoc. 2009 Jul;109(7):1266-82.
  16. United States Department of Agriculture. National Nutrient Database for Standard Reference. Release 28. Slightly Revised May, 2016. Available: https://ndb.nal.usda.gov. Accessed 28 May 2016.
  17. Comparison of oral iron supplements. Pharmacist’s Letter/Prescriber’s Letter 2008;24(8):240811.
  18. Cancelo-Hidalgo MJ, Castelo-Branco C, Palacios S, et al. Tolerability of different oral iron supplements: a systematic review. Curr Med Res Opin 2013; 29:291.
  19. Alleyne M, Horne MK, Miller JL. Individualized treatment for iron deficiency anemia in adults. The American journal of medicine. 2008;121(11):943-948.

Copyright 2024 Centro de Estudios en Nutrición. Todos los derechos reservados.