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Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell
Cocinar a cualquier edad, ¿por qué los niños deberían aprender a cocinar?

El siguiente es un fragmento publicado con permiso de BenBella de The China Study Family Cookbook: 100 Recipes to Bring Your Family to the Plant-Based Table (Libro de cocina familiar del Estudio de China: 100 recetas para llevar a tu familia a la mesa basada en plantas) por Del Sroufe.

Cocinar a toda edad

Hay dos factores importantes a considerar al decidir qué tareas puede realizar tu hijo en la cocina: su capacidad física para realizar la tarea y su capacidad mental para comprender la tarea y, en particular, los posibles peligros involucrados.

Los niños pequeños no tendrán la fuerza para levantar ollas y sartenes o cortar alimentos densos como las papas, pero también pueden no saber que los alimentos calientes pueden quemarlos o que los cuchillos son peligrosos. Los niños más pequeños también pueden tener problemas para recordar una serie de pasos que se deben seguir, así que puedes ayudarlos al dividir una tarea paso a paso a medida que avanzan. Definitivamente deben demostrar que pueden seguir las instrucciones antes de dejar que manipulen equipos peligrosos.

Conoces a tus hijos mejor que nadie, pero aquí hay algunos consejos para ayudarlos a familiarizarse con la cocina para que puedan ser competentes. Es importante que tus hijos dominen cada nivel antes de pasar a actividades de cocina más técnicas.

Los cocineros más jóvenes

Tu hijo de dieciocho meses probablemente quiera ser parte de lo que sea que estés haciendo en la cocina, hasta que encuentre la siguiente cosa por hacer. Los niños a esta edad, obviamente, necesitan la mayor supervisión, ya que sus habilidades motoras todavía no están muy desarrolladas y tienen cortos periodos de atención.

Tu hijo nunca es demasiado pequeño para aprender la importancia de la limpieza. Haz de esta tarea constante parte de la experiencia de cocinar ahora y tendrás limpieza en la cocina en el futuro. El lavado de manos y evitar la contaminación cruzada son importantes, incluso para los cocineros más jóvenes. (Por supuesto, la contaminación cruzada no es un problema tan grande en la cocina basada en plantas como lo es en las cocinas con carne u otros productos de origen animal, pero, de todos modos, es un buen hábito).

Los niños tan pequeños como los de dieciocho meses pueden hacer las tareas más simples. Necesitan supervisión y pueden mostrar interés solo durante unos pocos minutos a la vez, pero déjalos hacer lo que quieran, aunque no contribuya sino de la manera más pequeña posible a la tarea en cuestión. La hija de mi amigo solía venir a mi panadería regularmente con sus padres. Incluso antes de que pudiera caminar, le daba un pedazo de masa de pan para que jugara. Cada vez que venía a mi panadería, quería algo para jugar. A medida que crecía, ayudaba a su mamá en la cocina, alistaba la mesa, quitaba los platos sucios de la mesa, revolvía la masa para pasteles o añadía un ingrediente previamente medido a un tazón. Cuando era adolescente, la contraté para que me ayudara con eventos de catering y, hasta el día de hoy, todavía le ayuda a su mamá en la cocina cuando llega a casa después de la escuela.

Cocineros de tres a cinco años

Los niños a esta edad pueden comprender mejor las instrucciones y ayudar con tareas más específicas, como medir ingredientes, cortar hierbas con un cuchillo de mantequilla, machacar papas, batir aderezos para ensaladas o poner las ensaladas en un tazón.

Enséñales a los niños la diferencia entre las tazas medidoras húmedas y secas, cómo nivelar los ingredientes secos usando el borde recto de un cuchillo de mantequilla, y cómo medir los ingredientes líquidos hasta la línea, indicando la cantidad requerida en la receta.

Los niños a esta edad son demasiado jóvenes, incluso para las matemáticas básicas, pero sin duda pueden contar cosas contigo.

Cocineros de cinco a siete años

Los niños en edad escolar pueden participar en actividades más técnicas y utilizar equipos más sofisticados. Pueden manejar el medir, mezclar, verter, rallar y pelar, al igual que poner la mesa. Todavía necesitan supervisión constante, pero puedes dejar que usen un cuchillo afilado, teniendo en cuenta que el tamaño del cuchillo debe ser apropiado para la mano del niño y su capacidad para manejarlo.

Los adultos deben aconsejar a los niños más pequeños que los alimentos calientes les pueden causar quemaduras graves, especialmente porque los niños pequeños pueden tener piel y bocas incluso más sensibles que los adultos.

Cocineros de ocho a 11 años
Los niños de esta edad pueden seguir recetas sencillas y directas, planear menús y comidas, y comenzar a trabajar con la estufa o el horno. Usa este tiempo para enseñarles sobre los peligros del equipo y los utensilios. Háblales sobre tomarse su tiempo, haciendo una actividad a la vez, y usando guantes para manejar productos calientes (es posible que debas comprarlos en un tamaño que se ajuste a sus manos más pequeñas).

Este grupo de edad probablemente pueda manejar un abrelatas. Muéstrales cómo hacerlo en una superficie estable. También pueden aprender sobre los tiempos, las temperaturas y las pruebas de cocción en productos horneados. Pueden practicar sus habilidades matemáticas para duplicar o reducir a la mitad las cantidades de ingredientes.

Cocineros de 12 años y más

Los niños mayores pueden comenzar a improvisar y preparar recetas más complejas, a menudo sin supervisión. Los niños que muestran buenas habilidades de seguridad en la cocina, como se describe en la siguiente sección, incluso pueden usar equipos como licuadoras y procesadores de alimentos.

¿Por qué enseñar a los niños a cocinar?

Después de que mis padres se divorciaron, mi papá tuvo que aprender a cocinar por sí mismo, y pacientemente me permitió estar en la cocina con él mientras él mismo descubría cómo hacerlo. Las primeras recetas que recuerdo haber cocinado con él se encontraban en la parte posterior de la caja de la mezcla Bisquick: panqueques y pastel de café con streusel. No fui el mejor cocinero ayudante para mi papá, al menos no al principio, pero ambos aprendimos sobre la marcha.

Pasaron después algunos años antes de preparar la cena para mi mamá trabajadora. Me sentía intimidado porque era muy buena en la cocina, pero me sentía mal por ella, porque volvía a casa del trabajo todos los días y tenía que preparar la cena para sus tres hijos. Un día, superé mi nerviosismo y preparé una cena de pollo asado con habichuelas para toda la familia. Ella estaba sorprendida y encantada cuando llegó a casa del trabajo. Su orgullo y alegría al saber que podía cocinar, y la paciencia que mi papá me mostró en su cocina, me animaron a cocinar más para mi familia y, finalmente, para mis amigos, y ahora para el público en general. No todas las comidas que cociné en el camino fueron ganadoras, pero la práctica, el apoyo y los elogios que recibí me dieron la confianza para seguir cocinando y, eventualmente, hacerlo para ganarme la vida.

No me cansaré de mencionar la importancia de hacer que los niños se interesen en cocinar a una edad temprana, ya que los niños que cocinan se convierten en adultos que cocinan. Mientras que los niños más pequeños a veces pueden ser más un obstáculo que una ayuda en la cocina, con paciencia y práctica, esos desordenados jóvenes cocineros algún día cocinarán comidas completas para la familia, ¡e incluso limpiarán la cocina después! Es una inversión que bien vale los derrames y los platos quemados al principio.

Enseñar a tus hijos a cocinar les ayuda a desarrollar habilidades altamente transferibles, desde cómo hacer cálculos matemáticos básicos (para medir ingredientes) hasta cómo ver un proyecto de principio a fin. Les enseña paciencia, porque cocinar tiene su propia línea de tiempo y no se puede apresurar; intentar hacerlo generalmente termina en un resultado poco deseable (y en ocasiones no comestible). Enseñar a los niños a cocinar incluso les enseña el valor del dinero, ya que cocinar en casa es mucho menos costoso que comer fuera. Comprar comidas procesadas en el supermercado es más costoso que comprar alimentos que preparas en casa, y por lo general no son tan saludables.

Pero lo más importante es que cocinar con tus hijos es una gran oportunidad para hablar sobre la salud y la diferencia entre la dieta americana estándar y una alimentación basada en plantas sin procesar. Puedes hablar sobre la diferencia entre ingredientes saludables y no saludables y entre técnicas de cocina saludables y no saludables. Puedes conversar sobre por qué no usas aceite o por qué usas harina de trigo de grano entero en lugar de harina blanca. Cuando los lleves a comprar ingredientes contigo, puede mostrarles cómo leer las etiquetas de los productos, para que sepan la diferencia entre la comida real y la comida chatarra.

Los niños que cocinan se convierten en adultos que cocinan y comen más sano que aquellos que no cocinan. Cocinar comidas basadas en plantas con tus hijos no solo reúne a tu familia, sino que también puede brindarles el regalo de una vida llena de salud y bienestar.

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