Aprender a cocinar es una de las vivencias más importantes que puedes darle a tu hijo. Es algo que no necesariamente aprenderán en la escuela. En su mayor parte, las destrezas de cocina se aprenden en casa y en las casas de los familiares. Cocinar es algo que seguirán aprendiendo y usando toda su vida. Si el amor por la cocina se inculca en un niño, siempre estará dispuesto a probar nuevas recetas y sabrá improvisar platos a partir de alimentos sobrantes.

Es especialmente importante enseñar destrezas culinarias si queremos que nuestros hijos cocinen comidas saludables y no tengan que depender únicamente de alimentos preparados congelados del supermercado o comida de restaurantes.

Ahora mismo les puedes ofrecer una gran fundación. Crea recuerdos en la cocina de tu casa que no se desvanecerán con el tiempo. La mayoría de nosotros tenemos recuerdos de cierto plato favorito de mamá, papá, abuela o abuelo. Probablemente todavía puedas recordar su sabor y el delicioso aroma. Al cocinar con tu hijo, estarás creando estos recuerdos para ellos.

Prepárate

Seamos realistas, con los niños en la cocina casi siempre habrá un reguero. Con un poco de planificación y preparación, reducirás la frustración. Puedes comenzar por enseñar a tu hijo a limpiar pequeños espacios y cómo limpiar si derraman algo. Sé paciente con ellos mientras aprenden.

Los niños de todas las edades necesitarán algún nivel de supervisión. Siempre vélalos y cerciórate de que tu hijo esté seguro.

Adapta las tareas de la cocina a la capacidad de tu hijo. Cada niño es diferente, y unos serán mejores en algunas tareas que otros. Anima a tus hijos, sé flexible y recuerda que cada error es una experiencia de aprendizaje.

Al menos te puedes relajar un poco teniendo un niño pequeño en una cocina basada en plantas porque no tienes que preocuparte por los peligros en manejar huevos crudos y carne.

Desarrolla un amor saludable por la comida

A los niños les encanta explorar texturas. Permite que tus hijos toquen los diferentes alimentos, como al lavar frutas y verduras, al enjuagar granos, como al cortar pepinos, pelar papas o agregar hojas de espinacas a un batido.

Los niños a menudo están abiertos a probar nuevos alimentos mientras cocinan. Si está cortando un pepino, es posible que prueben una rodaja. Lo mismo es cierto para el pimiento rojo y el calabacín. Es más probable que prueben alimentos mientras cocinan que cuando solo se les pone en su plato.

Tu cocina es un lugar de aventura y descubrimiento. Hay mucho que aprender y probar. Los niños aprenden responsabilidad, cooperación con la familia, y que la cocina es uno de los mejores lugares para entablar grandes conversaciones.

Los niños a menudo están abiertos a probar nuevos alimentos mientras cocinan. Es más probable que prueben alimentos mientras cocinan que cuando solo se les pone en su plato.

El tiempo en familia en la mesa de la cena es un momento de celebración. Es el momento del día en que toda la familia puede estar junta y ponerse al día con los eventos transcurridos, contar historias, reír juntos, compartir sueños y planificar viajes. Considera apagar todos los aparatos electrónicos para que puedan concentrarse en la comida y la conversación. Tus hijos incluso pueden ayudar a poner la mesa tan amena y elegante como les gustaría que fuera.

Comparte información valiosa sobre nutrición mientras están escuchando

Comparte pequeños fragmentos de información nutricional cuando preparas alimentos. Al llevar una alimentación basada en plantas, nuestros hijos eventualmente tendrán que tomar sus propias decisiones alimentarias y defenderlas ante otras personas. Introduce información simple sobre nutrición para que estén bien equipados a medida que crezcan.

Prepárate para responder preguntas cuando te las hagan. Estos son momentos de enseñanza. Por ejemplo, si encontramos alimentos aceitosos, yo elijo decir que este alimento dañará nuestras células endoteliales, y todos nuestros hijos saben lo que eso significa. Hemos dibujado diagramas y lo hemos discutido varias veces para reforzar la información.

Mientras cocinas, asegúrate de responder a todas sus preguntas y explicar lo que estás haciendo. Por ejemplo, añadimos limón para darle un poco de sabor agrio a nuestro hummus, o añadimos dátiles a los batidos para hacerlos más dulces. Usamos anacardos en salsa estilo Alfredo para agregar cremosidad. Ellos aprenderán por qué estás haciendo lo que haces y serán capaces de crear sus propias recetas con el tiempo. Ten una comunicación abierta.

Práctica en la cocina

La primera lección que los niños deben aprender es que ayudar en la cocina es una gran responsabilidad y privilegio. Al cocinar ayudan a crear una comida increíble que todos pueden compartir. Es una experiencia que se aplicará de por vida.

Enfatiza la importancia de manos y alimentos limpios. La seguridad siempre debe ser una prioridad, así que haz muy claras las reglas de la cocina. Además, enseñarle a tu hijo a limpiar en la cocina a la larga es muy útil.

El mejor enfoque para entrenar a los niños en la cocina es permitirles ayudar siempre que sea posible—dependiendo de la edad y las fortalezas de cada niño. Anima a tu hijo a ser tu aprendiz.

Empodera a los niños permitiéndoles hacer una receta por sí mismos. Esto puede variar en complejidad, desde tirar un poco de fruta y leche vegetal en la licuadora hasta hacer algo en la estufa u hornear. Fíjate en las recetas que haces con frecuencia y mira cuáles puedes delegar a tus hijos.

A los niños les encanta elegir recetas para ayudar a preparar, así que asegúrate de darles la oportunidad de elegir las recetas. Esto les enseña que son valorados y que te preocupas por su opinión. También serán más propensos a comerlo si eligen la receta.
Enséñales a tus hijos a tener listos todos los ingredientes antes de cocinar y a seguir una receta para que no se les pase incluir un ingrediente o algún paso. Con el tiempo, aprenderán a sustituir ingredientes y crear sus propias recetas.

Lo más importante es concentrarte en nutrir tu relación con tu hijo. ¡Crearás grandes recuerdos en la cocina!