Escoge la declaración que NUNCA hubiera sido pronunciada por mi esposo hace tres años:
A. Estos frijoles negros saben muy bien en esta quinua.
B. ¡La espinaca al vapor con limón es increíblemente deliciosa!
C. ¡Acabo de encontrar el MEJOR restaurante basado en plantas en Nueva York!
D. Todas las anteriores
Respuesta: D. Todas las anteriores
Estas tres declaraciones salieron de la boca de mi esposo la semana pasada. Si me hubieras dicho que mi esposo, amante de la carne, emitiría solo una de estas afirmaciones hace tres años, me habría reído en tu cara. Si me dijeras que JD, productor ejecutivo y creador de The Biggest Loser (El más grande perdedor, en español), Extreme Weight Loss (Pérdida de peso extrema, en español) y casi cualquier otro programa de transformación y pérdida de peso en la televisión, vendería un programa de TV de pérdida de peso basado en plantas a una nueva cadena progresista, llamada Z Living, te habría llamado demente. ¿Programas de televisión de pérdida de peso basada en plantas? ¡Imposible!
Nunca pensé que cuando comencé a buscar maneras de reducir mi colesterol, hace tres años y medio, lo que estaba aprendiendo transformaría no solo la vida de mi familia, sino también de muchas otras personas. Ciertamente no sabía que pondríamos a las personas en una alimentación basada en plantas y no solo perderían peso increíblemente rápido, sino que también veríamos cómo sus cuerpos revertían la enfermedad, justo en frente de nuestros ojos. Era como un truco de magia, solo que muy simple, la comida era la solución mágica.
Lo que comenzó como una búsqueda del mejor estilo de vida para alejarme de las estatinas, me condujo por un camino brillante y revelador hacia investigaciones indiscutibles, que demostraron que una alimentación basada en plantas es el mejor camino hacia una salud vibrante y la longevidad. Aprendí que la comida es medicina, y la base misma de nuestra salud. En ese momento supe que, como familia, necesitábamos comer muchas más plantas y dejar de comer proteína de origen animal del todo. Como fisioterapeuta, sé cómo sumergirme en la investigación, separarla y determinar su validez, y todo estaba justo en frente de mí. Come una alimentación basada en plantas y reduce tus riesgos de enfermedad cardíaca, cáncer, diabetes, accidente cerebrovascular y demencia, por nombrar algunas enfermedades que preferiría que mi familia y amigos no padecieran.
La transición fue fácil para mí porque a las pocas semanas del “síndrome de abstinencia”, me sentí increíble. Siempre había cuestionado el comer animales y ya no tenía que justificarme a mí misma que los necesitaba. Los impactos ambientales de comer carne también me molestaban mucho, así que fue bueno sentirme libre. Me gustan todas las comidas, así que hacer el cambio a las plantas fue fácil. Solo necesitaba encontrar motivos nuevos y romper hábitos viejos. Eso llevó tiempo, y fue un poco frustrante, pero me encanta un buen desafío. Mis niveles de colesterol, a pesar de tener un gen que causa colesterol alto, habían bajado 60 puntos casi al instante (principalmente mi LDL, ¡sí!), y mis niveles de energía estaban por las nubes. Mi bajón de las 3:00 pm se desvaneció y mis entrenamientos eran lo máximo. No más dolor en mis articulaciones, y mi cabello y mi piel estaban envejeciendo al revés.
Quería asegurarme de que sabía todo lo que pudiera sobre comer una alimentación basada en plantas, así que completé el Certificado de Nutrición Basada en Plantas a través de eCornell y comencé a leer vorazmente sobre alimentación y salud. Finalmente estaba lista para asumir mi tarea más difícil… convencer a mi familia. Implementar una alimentación de “comer más plantas y menos carne” en una familia de dos adolescentes obsesionados con la carne y un esposo que veía su “parrillada de carne” como una forma de arte no era simple. ¡¡¡Fue DIFÍCIL!!! ¡Habrías tenido mejores oportunidades de convertir al Dr. Atkins a una alimentación basada en plantas que a mi marido!
Pero, ahora, tres años después, mi esposo se ha convertido en un modelo a seguir con respecto a comer una alimentación basada en plantas, ‘predicando el evangelio vegetariano’ a cualquiera que lo escuche. Los niños comen mucho mejor en casa y hacen algunas elecciones increíbles, incluso fuera de ella. Algún día decidirán si quieren hacerlo tiempo completo, y supongo que lo harán. Los niños solo escuchan parte de lo que decimos, pero ven todo lo que hacemos, por lo que liderar con el ejemplo es primordial. La gente pregunta todo el tiempo cómo hacemos para que nuestros hijos coman de manera saludable y la respuesta es simple, ¡porque nosotros lo hacemos!
Los amigos y la familia pensaron que estábamos locos por cambiar nuestros hábitos alimenticios porque éramos la familia más sana que conocían. La antigua frase “come todo con moderación” nos fue recordada a menudo. La gente en verdad quiere creerlo. Yo también lo hice. Hasta que me eduqué a mí misma. Realmente no comíamos comidas procesadas ni productos lácteos y cocinaba casi todas las noches, pero comíamos mucha carne, porque a todos nos enseñaron que la proteína era la estrella en tu plato. Todo lo demás no era relevante. Nos lavaron el cerebro, nos hicieron comprar el mito de la proteína y, como muchos otros que son bombardeados por los “impulsores de la proteína”, pensamos que la necesitábamos para prosperar. La mejor manera de describir cómo hice que mi familia participara es que fui absolutamente implacable. Estoy bastante segura de que hubo un punto en el que quisieron una madre y una esposa diferentes. Hacía las mismas comidas una y otra vez e insistía en que las probaran. Platos de quinua de todo tipo, hamburguesas vegetarianas, pastas de cereales de grano entero y salteados, ensaladas y muchos vegetales crudos y cocidos en cada comida. Cuando los niños llegaban a casa de la escuela, una bandeja de frutas y vegetales los esperaba (y todavía los espera) todos los días. Al principio lo criticaron, y unas semanas después, peleaban por el último pimiento rojo. Sus gustos tardaron un poco en cambiar, pero pronto comieron mucha menos carne y muchas más frutas, vegetales y cereales de grano entero, legumbres, nueces y semillas.
Los gustos de JD tardaron más en cambiar (después de todo, es un perro mucho más viejo para enseñarle trucos nuevos), pero finalmente, comenzó a comer alimentos que nunca, en un millón de años, pensé que comería. Había odiado por completo los frijoles antes, y comenzó a comerlos en sopas y hamburguesas. ¡Y le gustaron! También comenzó a prestar más atención a por qué estaba comiendo los alimentos que le estaba sirviendo. Forks Over Knives (FOK) llegó a nuestra noche de cine y esto les ayudó a él y a los niños a comprender por qué era tan enfática en que estuvieran comiendo mejor. Ya no estaba simplemente fuera de su mantra de “esposa feliz, vida feliz” de que estaba comiendo lo que le ponía al frente. Se sentía increíble y sus problemas de salud desaparecieron. También se dio cuenta de que se estaba recuperando de sus entrenamientos en un abrir y cerrar de ojos, dormía mejor y tenía toneladas de energía. Su vida había cambiado. La comida era medicina y él lo sabía. Un gran punto de inflexión para él fue conocer al Dr. T. Colin Campbell, Nelson Campbell y John Corry, el productor de FOK. Estar cerca de personas que eran tan educadas y apasionadas sobre el estilo de vida basado en plantas y llevarlo a otros, realmente lo inspiró a hacer lo mismo.
Avancemos tres años y este hombre, antes el rey de la hamburguesa a la parrilla perfecta, hablará con cualquiera que lo escuche acerca de los méritos de tomarse la vida en sus propias manos y comer una alimentación basada en plantas. Soy más de liderar con el ejemplo y educar, y él es muy abierto. Se ha convertido evengélico en el tema y es increíble. Es un orador público talentoso y ha llamado la atención de muchas personas influyentes, y creo que ayudará a cambiar la manera en que pensamos sobre la salud y la pérdida de peso.
El programa que creó y presenta, llamado The Big Fat Truth —algo así como La gran y gorda verdad, en español— (llamado así por su libro, que tiene el mismo nombre), se transmite por el canal Z Living y además aborda los problemas mentales que mantienen el peso en las personas. Ponemos a todos los participantes en una alimentación basada en plantas durante 90 días. Los cambios en su salud y peso son asombrosos. Los diabéticos ya no toman medicamentos; los triglicéridos y colesterol pasan de niveles terribles a rangos saludables; y la presión arterial alta llega a la normalidad. ¡Y todo dentro de los primeros 10 días! ¡Uno de nuestros increíbles participantes perdió 106 libras (48 kilogramos) en 90 días! Ellos no podían creer sus nuevos niveles de energía. Preguntaban si era normal sentir tanta energía. Las personas que son obesas a menudo son consumidores de volumen, ya que ingieren mucha comida. Un estilo de vida basado en plantas permite comer muchos alimentos nutritivamente densos, por lo que los consumidores de volumen aman esta forma de vida porque no se sienten privados y se sienten llenos porque se están nutriendo. El peso disminuye, y pueden mantener este estilo de vida para siempre y lograr una salud óptima, en comparación con una dieta de moda de restricción con la que pierden peso y lo recuperan todo en el momento en el que la abandonan.
No estoy segura de que incluso hace tres años un programa basado en plantas se hubiera vendido a cualquier canal, pero ha habido un cambio. La gente está empezando a escuchar. Están enfermos y cansados de sentirse enfermos y cansados. Están hartos de ver a sus amigos y familiares sufrir de enfermedad cardíaca, cáncer y diabetes, que podrían haber sido prevenidas si no estuvieran comiendo la dieta americana estándar rica en calorías y procesada (crap, en inglés, siglas de calorie rich and processed).
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