Supongo que mi verdadero viaje hacia una vida basada en plantas comenzó cuando mi padre falleció de cáncer a la temprana edad de 53 años. Sucedió 10 días después de que me gradué de la universidad y mi mundo entero se vino abajo. Fue mi primera experiencia cara a cara con enfermedades graves y la muerte. Volví a vivir la experiencia hace un año, en julio pasado, cuando el padre de mi esposa se enfermó de repente y falleció muy rápidamente por un tipo similar de cáncer de pulmón no relacionado con el tabaco a la edad de 66 años. Mi mundo, una vez más, fue lanzado patas arriba debido a una enfermedad grave. Nos mudamos con nuestra familia de cuatro de Hangzhou, China, donde estábamos enseñando, a la casa de mis suegros en Iowa para convertirnos en cuidadores de tiempo completo de la madre de mi esposa, que sufre de la enfermedad de Alzheimer. Mi propia madre ha estado luchando contra la artritis reumatoide por muchos años y está pagando el precio con los efectos secundarios de los medicamentos fuertes. Mi esposa Beth y yo decidimos hacer un serio examen de conciencia y en el proceso aprendimos tanto como fue posible sobre la salud y la prevención.
Muchos consideran a estas enfermedades como inevitables. Sin embargo, resulta que la prevención de estas enfermedades tiene más que ver con lo que estamos poniendo en nuestras bocas que con cualquier otra cosa. El vínculo entre la alimentación y el bienestar es innegable. En ese momento, caí en ese grupo de hombres de edad media que sabían que tenían un poco de sobrepeso, pero que podrían justificarlo fácilmente porque, bueno, “¡Al menos no soy tan grande como ESE tipo!”. Era el momento para ser honesto y admitir mis errores por mí y mi relación con mi propia alimentación. Tuve que hacerme una pregunta sencilla: “¿Qué tan saludable quiero ser?”. Es una pregunta difícil de responder con honestidad, sabiendo que la pregunta lógica que le sigue es: “¿Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario?”. Decidí averiguar lo que sería fantástico en términos de mi propia salud y así comencé mi viaje en el mundo de la alimentación basada en plantas sin procesar.
Mi esposa Beth y yo pronto comenzamos a absorber todos los documentales sobre la comida, la nutrición y bienestar que pudimos encontrar. Simultáneamente, quedó claro que necesitábamos ampliar nuestra investigación, así que examinamos cada libro sobre el tema de la nutrición y el bienestar. El documental emblemático para mí fue Forks Over Knives, que me golpeó en la cabeza como un martillo. Algo se movió dentro de mí, y supe que esta era la respuesta que, sin saberlo, había estado buscando. En el proceso, obtuve dos nuevos superhéroes favoritos: el Dr. T. Colin Campbell y el Dr. Caldwell Esselstyn, seguidos por Rip Esselstyn. Estos expertos me dieron un enfoque claro y una dirección hacia la que ahora podría apuntar mi brújula.
Como familia, hicimos el cambio “dramático” a todo un viaje de alimentos basados en plantas sin procesar y nunca hemos mirado hacia atrás. La tía y el tío de Beth nos prestaron el libro The Engine 2 Diet y comenzó la transformación de la cocina. Pronto, estábamos explorando este nuevo mundo de comida que no sabía que existía. Al principio me pregunté: “¿Cómo es posible llamar a una comida “cena” sin carne en el plato?”. Estaba descubriendo el camino fácil… por tener una mente abierta y hacerlo. Estoy agradecido a todo el equipo Engine 2 por hacer un gran trabajo ¡y cambiar el mundo un mordisco a la vez! Por suerte, mi esposa se había estado moviendo hacia esta dirección durante algún tiempo, por lo que el cambio fue un poco menos abrupto de lo que podría haber sido. Sin embargo, fue un cambio muy real y fundamental en mi relación con la comida. Ahora tengo una nueva forma de comer sin “hacer dieta” con la que puedo contar por el resto de mi vida. No más el preguntarse sobre cómo va ser la próxima nueva “dieta maravilla”. Se trata de frutas, verduras, legumbres, cereales de grano entero, nueces y semillas de aquí en adelante. Qué sensación tan increíble saber que estoy haciendo algo maravilloso por mi cuerpo, mi mente y el planeta. Este cambio no ocurrió sin su cuota de efectos secundarios. La primera sorpresa fue que en realidad me sentí lleno después de comer. ¿Qué estaba sucediendo? No estaba cansado ni tenía esa sensación de calambres nocturnos en mi vientre. El siguiente efecto secundario fue esta sensación nueva y poco familiar de dormir bien durante la noche. Esto resultó en una nueva sensación de energía que no había experimentado en años.
A los 44 años, asumí que el sentirme cansado iba a ser la norma para siempre, ya que el cansancio ha sido un viejo amigo durante tantos años. Sentirme como un perezoso fue rápidamente reemplazado por una nueva sensación de zumbido en mi cuerpo, que sólo puedo describir como la energía surgiendo a través de mí, ¡como una corriente eléctrica! Esta nueva sensación de energía proporcionó una pequeña dosis de motivación para comenzar a mover más mi cuerpo. Comencé a andar en bicicleta para divertirme y empecé un programa de “Del sofá a la 5K”, lo cual fue muy importante, ya que no soy un corredor. Toda mi vida he odiado correr y sinceramente me preguntaba por qué demonios alguien lo hacía. Mis pies son tan planos como una plancha y para mí, el correr es igual a dolor. Poco a poco empecé a aceptar la idea de que podía convertirme en corredor si perseveraba un poco más. Durante los primeros cinco meses de inmersión total en la alimentación basada en plantas sin procesar y el inicio de mi régimen de ejercicio “ligero”, perdí 50 libras. En el transcurso de los siguientes tres a cuatro meses, 15 libras más se fueron. ¿Qué estaba pasando? En resumidas cuentas, había encontrado “una nueva relación con la comida”.
Mientras mi familia y yo vivíamos y enseñábamos en el sur de China durante los últimos dos años, fuimos testigos de primera mano de cómo el “gran estilo de vida norteamericano” estaba cambiando el paisaje humano en esa parte del mundo. La brecha de salud es clara entre los chinos mayores que son esbeltos y saludables, en comparación con las tasas de obesidad en crecimiento entre los más jóvenes. Como están adoptando nuestro estilo de vida occidental previamente empaquetado, con todos los productos de consumo peligrosos que llamamos “comida”, ahora están experimentando también todos los efectos secundarios. Estos incluyen, pero no se limitan a, el aumento delas tasas de cáncer, obesidad, diabetes y la mayoría de las otras enfermedades crónicas degenerativas creadas por nuestra propia mano como un subproducto directo de lo que comemos.
La respuesta a esta epidemia apocalíptica de salud es tan clara y tan simple. De hecho, está justo debajo de nuestras narices. Aunque cambiar los hábitos alimenticios es difícil, creo que la tarea más ardua es cambiar las mentalidades y los hábitos. Esa se ha convertido en mi nueva pasión y mi misión en la vida. Me gustaría ser un promotor y demostrar que, con un poco de educación, una pizca de ambición, y un toque de determinación, todo es posible. Como un nuevo miembro de toda la comunidad de alimentos basados en plantas sin procesar, estoy firmemente comprometido a difundir la palabra acerca de sus beneficios —en todo el mundo—.
Nuestra familia es ahora totalmente basada en plantas, así que hemos decidido llevarlo al siguiente nivel y crear un negocio real. Beth y yo ahora tenemos nuestros Certificados de Nutrición Basada en Plantas del Centro de Estudios en Nutrición de T. Colin Campbell a través de eCornell. Este es un buen complemento a una certificación en entrenamiento de bienestar a la que estoy aspirando actualmente. Las palabras no pueden expresar mi gratitud por el trabajo de Rip Esselstyn en The Engine 2 Diet, y lo que ha hecho por mi familia.
Desde que comencé esta nueva forma de comer y me convertí en parte de la familia fuerte en plantas he corrido una 5K, una media maratón, y ahora estoy entrenando para una maratón completa. Además, mi esposa y mis hijos también corrieron una 5K y les encantó. Estamos comprometidos a difundir el conocimiento acerca de todos los beneficios de hacer el cambio e ir en contra de la intensa corriente de la dieta norteamericana estándar. Estamos teniendo impacto continuo en nuestra comunidad local, al hablar con tantas personas como sea posible acerca de los beneficios de los cambios alimenticios y de estilo de vida reales. Los amigos y la familia parecen estar naturalmente atraídos por nuestra nueva energía y entusiasmo. Muchos se han unido, o al menos se han inclinado en esa dirección. Es emocionante apoyarlos y ver su emocionante transformación. Estoy usando el conocimiento y experiencia en nutrición que he ganado para continuar un fuerte esfuerzo desde las raíces para ayudar a sanar a una comunidad enferma que “come de la manera en que todos los demás lo hacen”. De manera conjunta, podemos lograr un gran impacto compartiendo los beneficios de construir una nueva y sana relación con los alimentos. Compartir el conocimiento y la inspiración empodera a que las personas se hagan cargo de sus propias vidas y salud, literalmente, un mordisco a la vez.
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