Déjame presentarte al tipo que está al lado izquierdo de la foto. Este soy yo en 2013 y él pesa 92 kg (203 lb). Él tiene 39 años, vive a base de una dieta procesada, en su mayoría, con carne y productos lácteos y fuma, lo único que lo salva es que no consume mucho alcohol y se ejercita. De hecho, es muy activo, quema un promedio de 4000 calorías por semana en el gimnasio… pero sigue engordándose y se contagia de cada resfriado y gripa de temporada al igual que sufre de reflujo gastroesofágico. El tipo que está al lado derecho soy yo en 2016; él tiene 42 años, vive con una alimentación basada en plantas, ¡y desde agosto dejó de consumir productos lácteos! Come una cantidad pequeña de comidas procesadas, bebe un poco de vino, se ejercita menos y nunca parece contraer la gripa u otra enfermedad y… afortunadamente, ya no sufre de reflujo gastroesofágico y pesa unos atractivos 63 kg (143 lb).
Empecé una noche de pereza en julio de 2015 a buscar qué ver en YouTube, cuando tropecé con Earthlings (terrícolas, en español). Para aquellos que no lo saben, es el documental de 2005 que representa gráficamente el sufrimiento de los animales en granjas industriales, laboratorios de investigación, criaderos de perros y otras industrias. Después de verlo, tanto Joanne (mi esposa) como yo
decidimos dejar de comer carne (dejamos de comer terrícolas), pero de forma igualmente importante, decidimos aprender sobre comida. Esto nos llevó a ver un montón de documentales y también a leer El Estudio de China. En ese momento, mi esposa estudiaba nutrición, así que ya estaba en el camino para comer de forma más saludable, pero yo todavía tenía mucho por aprender. Afortunadamente tenía a Joanne y ella diseñó una alimentación para mí, que eliminaría mi dependencia de las comidas procesadas y los productos de origen animal. Durante las primeras dos semanas sentí que el cambio fue un poco duro para mis papilas gustativas, ya que atravesaba por la abstinencia del azúcar y los químicos de las comidas procesadas, afortunadamente esto fue facilitado por la habilidad de Joanne como chef. Después de ese corto periodo, el cambio fue drástico: los niveles de energía de mi cuerpo incrementaron y la grasa corporal empezó a disminuir a una tasa continua de aproximadamente 1 kg (2 lb) por semana. Dado que comía muchas grasas y proteínas de origen vegetal, dejé de picar y tener antojos de comida chatarra azucarada y con carbohidratos procesados y me sentía lleno todo el tiempo. Joanna también estaba agradecida porque dejé de roncar y, como resultado, ella también comenzó a dormir mucho mejor de lo que lo había hecho en años.
Para septiembre de 2015, mi peso se había estabilizado y mi piel, aunque todavía un poco floja alrededor de mi estómago y la cintura estaba empezando a reducirse, tal vez podría haber ayudado al hacer ejercicios abdominales, pero eso es trabajo duro. A este punto había cambiado mi plan de ejercicios para enfocarme más en caminar, en entrenamiento ligero y correr. Es decir, más ejercicios divertidos y menos estresantes en lugar de luchar hasta el fin en el gimnasio.
Entonces ahora es octubre de 2016 y mi peso ha estado estable desde abril en aproximadamente 65 kg (143 lb). Todavía consumo una alimentación basada en plantas con comidas mínimamente procesadas y aunque raramente aún comemos la torta procesada y comida para llevar mientras estamos fuera, somos veganos, predominantemente de alimentos crudos y nunca hemos estado más saludables o felices.
Entonces, ¿qué descubrí personalmente en mi trayecto para descifrar cómo comer alimentos reales de nuevo? Bueno, lo primero y probablemente lo más importante que aprendí fue que los alimentos reales no vienen en un paquete o de una fábrica.
“La comida real no tiene ingredientes, la comida real son los ingredientes”.
—Jamie Oliver
La comida real es lo que crece en el suelo: los vegetales, las frutas, las nueces y las semillas y los granos que me dan todo lo que necesito para estar saludable y feliz y tener la energía para vivir mi vida. Ellos contienen las grasas, proteínas y carbohidratos para llenarme y los nutrientes que mi cuerpo necesita para trabajar de manera eficiente.
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