El año pasado fue un año de cambio. Me mudé a otro país, me casé y dejé de comer animales.
Tenía hambre de conocimiento y estaba ansioso por suprimir toda la información contradictoria, supuestamente de salud, que había acumulado a lo largo de los años. No estaba seguro de qué más creer. Eventualmente leí El Estudio de China, tomé el Certificado de Nutrición Basada en Plantas de la Fundación T. Colin Campbell (ahora, Centro de Estudios en Nutrición de T. Colin Campbell) y, después de mucha investigación, finalmente llegué a entender lo que creo es la verdad sobre la nutrición humana. Conocimiento nutricional real y preciso, no las creencias generalizadas que la mayoría de nosotros sostenemos: que nuestros huesos necesitan leche; que nuestros cuerpos requieren proteínas de fuentes animales; que los carbohidratos son malvados y simplemente se convierten en grasa; y que el sector agrícola dice la verdad.
Empecé a cambiar de maneras sorprendentes. La ciencia nunca fue mi fuerte, y El Estudio de China fue un desafío para mí, pero yo acogí y absorbí todo el conocimiento nuevo y asombroso. Nunca pensé que tomaría un curso sobre nutrición y me comprometería tanto que empezaría a hacer grandes ajustes a mi estilo de vida. Y ciertamente nunca, nunca, pensé que dejaría de comer animales y derivados animales —especialmente huevos y queso— anteriormente mis dos cosas favoritas.
Creo apasionadamente en lo que he aprendido y, habiendo adquirido este conocimiento, siento que no tengo otra opción que vivir basado en plantas. Estoy muy agradecido por la comprensión que he adquirido, y por la nueva dirección en la vida.
Parte de vivir una vida holísticamente saludable, para mí, significa siempre sentir la libertad de hacer lo que quiero, sin el estrés de tener demasiadas reglas difíciles de cumplir. Por lo tanto, desde una perspectiva de los alimentos, eso significa que siempre elijo comer basado en plantas. También reconozco la realidad de que habrá ciertas ocasiones en que voy a permitir alimentos no basados en plantas: ir donde un amigo para cenar una comida casera (aunque la mayoría de mis amigos han sido increíblemente complacientes), viajar a lugares donde los alimentos basados en plantas son muy difíciles de encontrar y a restaurantes donde las comidas se sirven a menudo preparadas con mantequilla, incluso cuando pido que no se utilice (¡mi paladar, ahora finamente afinado, puede detectarla!).
Finalmente deshacerme de mi eczema, que me torturó durante 15 años; pérdida de peso moderada; el final de sentir como si un resfriado viniera cada dos semanas (es decir, ¡sentirme siempre enfermo!); recuperarme dos veces más rápido después de las clases de yoga y el cambio más increíble, en mi opinión: ¡la vista mejorada! Cada mañana, cuando me pongo mis lentes de contacto de baja prescripción, recuerdo la increíble potencia de las plantas.
Este último año de progreso, y la adopción reflexiva de diferentes patrones y comportamientos, ha traído más “holismo” (wholism, en inglés) a mi vida. Acojo mi visión personal de la salud holística al mantener siempre cerca estas creencias:
Nada en tu vida cambiará a menos que cambies elementos en tu vida. Diferente es bueno.
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