El siguiente artículo es de un beneficiario de una subvención comunitaria.

Fundé FamilyCook Productions hace más de 25 años cuando era periodista gastronómica y consultora de restaurantes en la ciudad de Nueva York. Había pasado por un divorcio y estaba criando a mis dos hijos pequeños por mi cuenta, siempre tratando de encontrar el equilibrio adecuado entre largos días de trabajo y la importancia a la hora de comer.

El cambio llegó cuando involucré a mis hijos en la preparación de alimentos. Cuando mi hijo menor tenía 2 años lo puse en la mesa de la cocina y le di unas judías verdes para que las cortara con sus manos. No importaba si estaba haciendo bien el trabajo, él estaba orgulloso de estar ayudando y mi ansiedad por tener la cena lista se desvaneció. Así que conseguí que su hermano le ayudara. Fue increíble verlos dispuestos a probar nuevos alimentos saludables.

La Dra. Antonia Demas, quien hizo su tesis doctoral en la Universidad de Cornell sobre un plan de estudios de cocina elemental integrada a disciplinas académicas, me animó a llevar mi concepto de “cocinando en familia” a las escuelas. Comencé con la escuela de mi hijo y las clases con familias, y en 1999 publiqué mi primer libro Cooking Time Is Family Time. En las décadas posteriores, nuestro plan de estudios de educación nutricional para todas las edades se ha extendido a cientos de escuelas y organizaciones comunitarias en más de 30 estados, influenciando a más de 350,000 jóvenes y adultos en todo el país.

Construir la base de evidencia sobre el cambio de comportamientos de una dieta poco saludable a una basada en plantas se convirtió en una prioridad para mí.

Colaboramos con investigadores de la Facultad de Medicina Einstein y la Universidad de Columbia, entre otros, para comprender qué era lo que motivaba a los pacientes a hacer el cambio de comportamiento. Durante 20 años desarrollamos muchas estrategias diferentes para interesar a las personas en recetas basadas en plantas, y en 2018, colaboramos con la Universidad de Columbia para llevar a cabo un estudio que codificaría experiencias esenciales para que los participantes de la clase hicieran cambios de comportamiento. Esto resultó en la publicación en una revista científica que identificó “10 conductores experienciales del cambio de comportamiento”.

En los últimos años nos hemos unido a Teaching Kitchen Collaborative y así colaborar con hospitales y médicos para llevar nuestras estrategias a sus pacientes. Además de la colaboración del Centro Médico de Boston en nuestro programa Teen Battle Chef, estamos colaborando con el Hospital Gouverneur de Nueva York en nuestro nuevo proyecto “Deliciously Healthy”. El objetivo del proyecto es demostrar:

1. que los pacientes pueden aprender exitosamente a cocinar comidas asequibles, deliciosas y fáciles,
2. que la adquisición de estas habilidades les ayudará a cambiar hacia comportamientos alimentarios más saludables y sostenibles, y a mejorar su salud,
3. y que alcanzar estas dos metas anteriores resultará en un menor costo de atención médica.

El programa aborda los 10 conductores experienciales del cambio de comportamiento. Actualmente, estamos llevando a cabo sesiones de forma remota. Algunos de los aspectos más destacados de cómo los participantes están respondiendo incluyen:

• Transformar el entorno del hogar — Ya que los pacientes están en sus propios hogares, pueden aplicar lo que aprenden de inmediato en sus propias cocinas.
• Colaboración — Aunque los participantes no comparten un espacio físico, las actividades de clase aún los alientan a tener un “compañero de cocina” porque sabemos que cuando cocinar es una actividad social, construimos referencias más positivas con la experiencia y las referencias positivas nos dejan más abiertos a repetir buenos hábitos en el futuro.
• Plantillas para recetas — El uso de plantillas ha sido una estrategia para FamilyCook durante muchos años. Esto es especialmente útil dadas las limitaciones del aprendizaje remoto y las preocupaciones sobre la inseguridad alimentaria. Al enfatizar el concepto de usar cualquier alimento que esté a la mano en lugar de recetas con ingredientes específicos, alentamos a cada familia a crear su propia comida, una comida que es más probable que prefieran e incluso que se adapte a su cultura única.
• Apoyo grupal — Los participantes al saber que están “juntos”, enfrentando desafíos comunes que no son imposibles, les ayuda a cambiar los hábitos arraigados de manera más efectiva. Nuestras actividades ofrecen oportunidades para que los participantes se animen y celebren las victorias de los demás.
• Éxito — Cuando los participantes llegan a ese momento “eureka” y cuando se hace evidente que no pueden volver a la forma en que solían comer, irradian entusiasmo por incorporar recetas basadas en plantas y por cocinar más en su vida diaria.

Gracias a una subvención del Centro de Estudios en Nutrición T. Colin Campbell, podemos proporcionar herramientas de cocina a los participantes y traducir recetas según sea necesario al español y al chino. Le daremos un seguimiento a cada grupo o cohorte cada 3 meses durante un año para comprender el impacto de las clases y si los impactos se han mantenido.

El Centro T. Colin Campbell de Estudios de Nutrición (CNS) está comprometido a aumentar la conciencia del extraordinario impacto que los alimentos tienen en la salud de nuestro cuerpo, nuestras comunidades y nuestro planeta. En apoyo a este compromiso, CNS ha creado una iniciativa de subvención comunitaria para potenciar las iniciativas sostenibles basadas en alimentos en todo el mundo mediante la concesión de subvenciones para permitir nuevas empresas innovadoras e impulsar el crecimiento de las iniciativas existentes. Por favor, considera hacer una donación a esta gran causa. El 100% de tu donación se destinará a apoyar iniciativas como la que acabas de leer en este artículo.

https://nutritionstudies.org/community-leads-service-initiative