¿Estamos al día? Lecciones de un programa de recursos para médicos, pasado de moda

Actualmente estoy estudiando para mi reválida, ¿y saben qué? Hasta ahora, ni una sola pregunta de repaso ha sido relativa a la alimentación y estilo de vida. En cambio, cada pregunta ahonda en medicamentos, dosis y procedimientos.

Como no confío en mi memoria para este tipo de información, busqué un programa de referencia que me pudiera dar rápidamente esos datos y me topé con el recurso más común, que cuenta con más de dos millones de usuarios en todo el mundo: UpToDate. Recuerdo haber comprado este programa hace 35 años, cuando se vendía en un disco.

Lo sorprendente es cómo UpToDate no ha cambiado. Encontré que la versión actual es muy eficiente y organizada en cuanto a síntomas, tratamiento farmacológico y dosificación. Pero sigue siendo deficiente en nutrición, prevención médica, recuperación de la salud, educación alimenticia no comercial para el paciente e intervenciones de estilo de vida. De hecho, algunas de las referencias sobre la diabetes y la enfermedad cardíaca están muy desactualizadas (llegan sólo al 1990). Incluyen una advertencia falsa explícitamente sobre la composición incompleta de aminoácidos en dietas basadas en plantas, mientras que abunda en recomendaciones guiadas por la industria acerca de la leche de vaca y otros productos lácteos.

Me puse más específica en mi búsqueda; quise ver lo que podría decir sobre la resistencia a la insulina: nada más que tratamiento con medicamentos. Cotejé datos sobre la rehabilitación cardíaca (como el programa Ornish, pagado por Medicare): de nuevo, nada. ¿Evidencia de arteriografía coronaria sobre la reversión de la aterosclerosis con alimentación y estilo de vida? Nada de nada.

Ya a este punto, yo me propuse una misión. Seguramente habría información sobre los autores de conocidos estudios de reversión de enfermedad crónica, como Caldwell Esselstyn, Dean Ornish y Neal Barnard. No se menciona a ninguno de ellos. ¿El trabajo de T. Colin Campbell? No. ¿Las Zonas Azules? No existen. ¿Qué hay de las investigaciones en Loma Linda, California, sobre la enfermedad crónica y la longevidad? No hay tal cosa. ¿La investigación sobre el Alzheimer realizada por los principales neurólogos, los doctores Dean y Ayesha Sherzai? ¿Quiénes?

¿Nos debe sorprender que mis colegas no conozcan esta información? Después de completar una educación médica sin contenido nutricional, todos utilizan recursos universales omnipresentes como UpToDate, ¿y qué aprenden? Que la medicina no es más que exámenes, medicamentos y procedimientos; que la comida no juega ningún papel; que el tamizaje con exámenes o “screening” es la única forma de prevención.

Esto es lo que dicen respecto a la fibra: “La cantidad recomendada de fibra dietética es de 20 a 35 gramos por día […]. Debido a que los alimentos ricos en fibra pueden ser saludables por razones ajenas a su contenido de fibra, la investigación no siempre ha podido determinar si es la fibra el componente saludable” (sin mencionar el microbioma). “Una alimentación alta en fibra es un tratamiento comúnmente recomendado para problemas digestivos, como el estreñimiento, la diarrea y las hemorroides, aunque los resultados individuales varían ampliamente y la evidencia científica que respalda estas recomendaciones es débil”. ¡Pagamos $600 al año por esto!

De modo que, el problema no es que los médicos no saben cómo prevenir y revertir la enfermedad crónica; el problema es aún peor: la mayoría de los profesionales de la salud no saben que esto es posible. Cada vez que se menciona la alimentación o el estilo de vida en las referencias presentadas en UpToDate y si tiene algún efecto en la salud, dice que la evidencia es débil. Y este es el programa más popular utilizado en clínicas, consultorios privados y escuelas de medicina en todo el mundo, sirviendo a más de 2 millones de profesionales de la salud. Muchos de los autores tienen vínculos con la industria farmacéutica o alimentaria, a pesar de las advertencias que afirman: “todas las relaciones financieras relevantes enumeradas han sido mitigadas ”.

Sugerencias:
No sabemos lo que no sabemos, hasta que se nos señala. Una vez aprendemos, podemos mejorar. Es más, aunque nos pueda costar molestia y dolor cambiar de rumbo, es nuestro deber mejorar. De manera que, ¿cómo podemos abordar este punto ciego colectivo?

1. Reconociendo que nuestra educación ha sido (y continúa siendo) parcial, a medias.
2. Llenando los vacíos con contenido científico realmente actualizado, que no esté influenciado comercialmente.
3. Si pagas por usar UpToDate, expresa tu descontento con respecto a su contenido incompleto. Comparte esta preocupación con colegas.
4. Aunque nuestra práctica ya esté exitosamente establecida, tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros pacientes a recuperar su salud, en lugar de meramente conformarnos con suprimir crónicamente sus síntomas.