¿Necesitamos más calcio para prevenir la osteoporosis, el adelgazamiento progresivo de los huesos en las personas de la tercera edad?
En occidente definitivamente nos enseñaron eso. La industria láctea promueve vigorosamente la sugerencia de que, sin sus productos, nos enfrentamos a un futuro desagradable y probablemente reducido.
Sin embargo, los datos descubiertos en China no apoyan este punto de vista. Aunque la mayoría de los chinos consumen muy poco o ningún lácteo e ingieren pocas cantidades de calcio en general, parecen estar en un riesgo mucho menor de esta enfermedad, potencialmente incapacitante. Las fracturas de cadera, por ejemplo, son solo aproximadamente la quinta parte de lo que son en occidente, una diferencia sorprendente.
¿Es porque los chinos son físicamente más activos? ¿O posiblemente se adaptan a una alimentación baja en calcio? ¿O quizás porque ellos consumen mucha menos proteína que la que consumimos en el occidente?
Sabemos que la alta ingesta de proteína resulta en pérdida de calcio a través de la orina. Las dietas altas en proteína —especialmente la proteína de las comidas de origen animal— pueden causar que el cuerpo excrete más calcio de lo que obtiene. Por ejemplo, una persona que consume 142 gramos de proteína al día —lo que algunos estadounidenses hacen— van a excretar dos veces más calcio en la orina que una persona que consume la cantidad más moderada de 47 gramos. Ya que nuestros cuerpos necesitan del calcio para regular muchas funciones diferentes, como el funcionamiento de nuestros músculos y nervios, el déficit causado por mucha proteína causa que el cuerpo saque más calcio de nuestros “bancos” de reserva principales de calcio, nuestros huesos, los cuales se vuelven cada vez más frágiles mientras el calcio sea removido de ellos.
Continuamos analizando los datos de la China en este tema. Mientras tanto, consume muchos vegetales como el brócoli y la col rizada. Estos súper alimentos contienen una buena cantidad de calcio, sin las desventajas de las altas cantidades de proteína. Una taza de brócoli, por ejemplo, contiene 178 miligramos de calcio, mientras que cinco brevas secas tienen 135. Con una meta de quizás 800 miligramos de calcio derivado de plantas al día, no es difícil llenar la cuota. Y acá hay una ventaja: los vegetales contienen boro, un mineral que le ayuda al calcio en los huesos. La leche no contiene prácticamente ninguno.
El Proyecto de Nutrición China-Cornell-Oxford, desarrollado en China continental y Taiwan, es una encuesta masiva de más de 10 000 familias, diseñado para estudiar la alimentación, los estilos de vida y la enfermedad en los confines de la China rural. Al investigar simultáneamente más enfermedades y más características de la alimentación, más que cualquier estudio a la fecha, el proyecto ha generado la base de datos más completa en el mundo sobre las causas múltiples de enfermedad.
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