¿El asma es un diagnóstico de por vida o es posible controlarlo? Muchas personas aceptan que su inhalador será para siempre – lo único que puede darles alivio. Sin embargo, la creciente investigación ofrece un nuevo enfoque para el alivio del asma: nutrición basada en plantas. Una revisión científica publicada recientemente por los médicos del Comité de Médicos para la Medicina Responsable afirma el papel que una dieta basada en plantas y sin lácteos tiene en la reducción del riesgo para el desarrollo del asma y la disminución de los síntomas asmáticos. En esencia, uno puede aumentar el control de su asma tomando el control de su dieta.
Según la literatura, la clave es aumentar los nutrientes vitales mientras se disminuye la grasa saturada.
Los investigadores encontraron que, en general, los estudios que incluyeron el consumo de lácteos demostraron una relación inversa entre la cantidad de lácteos consumidos y el riesgo de desarrollar asma. Otros estudios indicaron disminuciones estadísticamente significativas en la función pulmonar, mientras que otros encontraron que los marcadores inflamatorios (como IL-7) aumentaron en aquellos que consumieron lácteos. Este último hallazgo indica una posible relación causal entre los síntomas exacerbados del asma y el consumo de lácteos, ya que la inflamación hace que las vías respiratorias se hinchen y se produzca moco, dejando al cuerpo vulnerable para un ataque asmático.
Los lácteos – de todo tipo, desde la leche hasta el yogur – contienen altos niveles de grasa saturada. Aunque no se centró específicamente en los lácteos, esta revisión desenterró muchos estudios que han analizado la correlación entre una dieta alta en grasas y la aparición o empeoramiento del asma y la función pulmonar general. Por ejemplo, un estudio realizado para investigar el aumento del asma en los países de América Latina encontró que el aumento de la popularidad de la dieta occidental, caracterizada por ser “alta en grasa y baja en fibra”, se asoció con “inflamación de las vías respiratorias y empeoramiento de la función pulmonar en pacientes asmáticos”. Otros estudios confirmaron este hallazgo, también demostrando resultados que vinculan el consumo alto de grasa con el aumento de la inflamación y la disminución de la función pulmonar.
Incluso si un individuo se limitara a beber leche desnatada, otras formas de lácteos siguen presentando un problema. Si bien el consumo de leche líquida ha disminuido en los Estados Unidos, la cantidad total de lácteos consumidos ha aumentado, reforzada por el aumento del consumo de queso y mantequilla, dos alimentos extremadamente altos en grasas. Teniendo en cuenta que el queso es la fuente más alta de grasa saturada en la dieta americana, este hábito de consumo plantea un riesgo muy real para los asmáticos.
En la revisión también se examinaron estudios relacionados con el consumo de alimentos basados en plantas y el asma. Por el contrario, se demostró que estos alimentos disminuyen tanto el riesgo de desarrollo asmático como sus síntomas. Los investigadores analizaron las características específicas de estos alimentos vegetales para ofrecer una explicación de por qué resultaron tan beneficiosos. El alto contenido antioxidante de los alimentos vegetales – particularmente en las frutas y verduras – se sabe que reduce la inflamación de las vías respiratorias y protege el tejido pulmonar al combatir contra los radicales libres dañinos. Una alimentación basada en plantas contiene 64 veces la cantidad de antioxidantes en comparación con una dieta a base de lácteos y carne, que puede ser la razón por la que una dieta de este tipo es tan eficaz para disminuir los síntomas asmáticos.
También se demostró que una dieta alta en fibra reduce la inflamación y mejora los síntomas. Los investigadores postularon que la inflamación intestinal conduce a la inflamación general, y debido a que la fibra influye positivamente a la microbiota intestinal, tiene el poder de afectar la inflamación en todo el cuerpo. Al igual que los antioxidantes, los alimentos de origen vegetal contienen una abundancia de fibra, mientras que los alimentos como los lácteos están prácticamente desprovistos de este nutriente.
Esta revisión indica que hay más que uno puede hacer para controlar sus síntomas de asma más allá de llevar un inhalador a todos lados. Simplemente cambiando los productos lácteos por combustibles provenientes de plantas, hay pruebas sólidas que sugieren que este cambio podría mejorar significativamente la calidad de vida de uno en lo que respecta a su asma. Con los casos de asma en aumento desde la década de 1980, no hay tiempo que perder. Es hora de controlar el asma, y todo lo que se necesita es un poco de combustible proveniente de plantas.
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