Temas » Enfermedades » ¿Qué indica la investigación sobre la proteína de origen animal y los cánceres “reproductivos”?
Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell

“En las estadísticas de estudios ecológicos, existen correlaciones entre el consumo de carne per cápita… y la tasa de mortalidad por cáncer de próstata (un estudio citado). En los estudios de casos y controles y en los prospectivos, los principales contribuyentes de proteínas de origen animal, como la carne, los productos lácteos y los huevos, han sido frecuentemente asociados con una tasa mayor de cáncer de próstata… (23 estudios citados)” [1].

Aquí está una cita de mi libro, El Estudio de China[2]:

“En condiciones poco saludables (…) el IGF-1 se vuelve más activo, aumentando el nacimiento y el crecimiento de nuevas células al tiempo que inhibe la eliminación de células viejas. Estos dos efectos favorecen el desarrollo de cáncer (siete estudios citados) (…) consumir comidas de origen animal aumenta los niveles sanguíneos de esta hormona del crecimiento, IGF-1 (tres estudios citados).

Con respecto al cáncer de próstata, se ha demostrado que las personas con niveles sanguíneos de IGF-1 más altos de lo normal tienen 5,1 veces el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en etapa avanzada (…) cuando los hombres también tienen bajos niveles sanguíneos de una proteína que se une e inactiva a la IGF-1 (un estudio citado) tendrán 9,5 veces el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en etapa avanzada… Para este hallazgo es fundamental el hecho de que producimos más IGF-1 cuando consumimos comidas de origen animal como la carne… (tres estudios citados)”.

En efecto, esta información, resumida a partir de múltiples estudios e incluyendo TANTO los datos de estudios de observación COMO las explicaciones mecanicistas, es mucho más confiable que citar un estudio ocasional. Este tipo de análisis también se vuelve mucho más impresionante porque se refiere a una propiedad general de un grupo de alimentos, en este caso las comidas de origen animal, de las cuales la carne es un componente principal. Y, por último, un aumento del riesgo de 9,5 veces es enorme, realmente totalmente extraordinario.

Una situación muy similar existe con el cáncer de seno. Por ejemplo, hay una relación muy fuerte entre las tasas de cáncer de seno y el consumo de comidas de origen animal cuando se comparan varios países[3]. Aunque esto no prueba una relación de causa y efecto, se convierte, sin embargo, en algo mucho más convincente cuando consideramos el mecanismo por el cual tienen efecto la carne y otras comidas de origen animal. Por ejemplo, las comidas de origen animal aumentan los niveles sanguíneos (circulantes) de estrógeno y otras hormonas femeninas. De acuerdo con uno de los principales grupos de investigación sobre el cáncer de seno en el mundo, esto dicen sobre el estrógeno y el cáncer de seno:

“Existe una evidencia abrumadora de que los niveles de estrógeno son un determinante crítico del riesgo de cáncer de seno” [4] y, además, “el estrógeno participa directamente en el proceso del cáncer” [5].

References

  1. Giovannucci, E. Dietary influences of 1,25 (OH)2 vitamin D in relation to prostate cancer: a hypothesis. Cancer Causes and Control, 9: 567-582, 1998
  2. Campbell, TC and Campbell TM II, The China Study, Startling Implications of Diet, Weight Loss and Long-Term Health, 2005, 417 pp.
  3. Carroll, K. K. Cancer Res., 35: 3374-3383, 1975; Carroll, K. K. and Khor, H. T. In: Progress in Biochemical Pharmacology: Lipids and Tumors, Vol. 10, pp. 308-345. New York: S. Karger, 1975
  4. Pike, M. C., et al. Epidemiol. Revs., 15: 17-35, 1993; Bernstein, L. and Ross, R. K. Epidemiol. Revs., 15: 48-65, 1993
  5. Bocchinfuso, W. P., et al. Endocrinology, 141: 2982-2994, 2000; Atwood, C. S. et al J. Endocrinol., 167: 39-52, 2000

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