Roberta Russell escribe en su libro The Report on Permanent Weight Loss que aquellos que consiguen perder peso y mantenerlo por largo tiempo cuentan con varias cosas en común: una de ellas es el apoyo. Todo el tiempo escucho a personas quejarse que carecen de apoyo, que sus amigos o familiares simplemente no entienden lo que es luchar por la pérdida de peso. No es que no se preocupen o no quieran ayudar, sino que no saben cómo apoyar. Además, la familia y los amigos pueden estar tan agotados como tú por tu lucha para perder peso.

Tengo muchos amigos que pueden ser un apoyo increíble, y mi hermano es una de esas personas. Cuando él se enfoca en su salud, el mundo se une a él y estructura toda su vida en torno a sus objetivos de salud. No hay forma de desviarlo de ese enfoque… ¡hasta que se desvía ! Y yo soy un vagabundo y siempre lo he sido. Tengo la extraña habilidad de estar centrado durante un periodo de tiempo y de momento dar un giro de 180 grados y volverme “comelón”. Veo un anuncio de papas fritas en la televisión y tengo que comerlas. Esa es la naturaleza de un comedor compulsivo y hambriento. El problema de contar con hermano como uno de mis principales apoyos es que cuando nos salimos del plan, lo hacemos en grande. Servimos mutuamente como detonantes para los hábitos saludables y no saludables. De repente, la noche de cine se convierte en una excusa para comer papas fritas, vino tinto, y chocolate. Entonces, ¿qué hago para minimizar la posibilidad de un atracón de papas fritas? Estas son algunas de mis herramientas:

1. Cuando visito a mi hermano, me aseguro de comunicarle mi deseo de comer sano. Esto le ayuda a planificar. Lo hará sacando de casa cualquier comida poco saludable y abasteciéndose de aquellos alimentos saludables que apoyan los objetivos de salud de ambos: frutas y vegetales frescos, frijoles, y cereales. También me ayuda a comprometerme con lo que planeo. Al hacer que ese deseo de comer sano sea algo más que un pensamiento en mi cabeza, le doy vida e impulso. Tú puedes hacer lo mismo. Comunica tus objetivos de salud a quienes te rodean y a las personas con las que pasas la mayor parte del tiempo. Ellos pueden ayudarte a responsabilizarte y a mantenerte en el camino, lo que nos lleva al siguiente punto.

Mi herramienta más importante soy yo mismo. Tengo que incorporar todas las demás herramientas que utilizo en mi vida diaria y comprometerme a ellas todos los días. En otras palabras, yo soy el motor que hace posible mi propio cambio, y hago todo lo que me propongo.

2. Tengo amigos que también forman parte de mi grupo de apoyo, y algunos de ellos me recuerdan mis objetivos sin que tenga que pedírselo. Mi amiga Edie, que también es mi vecina, sabe que cuando voy a visitar a mi hermano es probable que tengamos un atracón si no planeamos hacer algo diferente. Así que Edie me recuerda mis objetivos y la razón de ser de ellos: una vida con menos dolor, libertad de movimiento y, en general, buena salud. Hago de estos objetivos mi mantra enumerándolos cada mañana cuando me preparo el café. Edie también me llama si no escucha de mí durante unos días, ya que sabe que cuando me aíslo tiendo a consumir comidas poco saludables. Los demás pueden ayudarte a responsabilizarte, pero repetir tus objetivos en voz alta también puede ayudarte a hacerlo. Acostúmbrate a recordar tus objetivos en voz alta todos los días, diciéndolos o asociándolos con una acción que realices a diario, como preparar el café de la mañana, cepillarte los dientes, o cuando te veas en el espejo.



3. Creé Chef Del’s Diet Daze, un grupo privado en Facebook, en parte porque quería un sistema de apoyo que me ayudara a mantenerme enfocado en la pérdida de peso y porque conocía a varias personas que también buscaban ese tipo de apoyo. Este grupo no sustituye a la interacción humana en vivo para mí, sino que me da una capa adicional de apoyo en un entorno sin prejuicios. Los miembros me agradecen a menudo por el grupo, y muchos han comentado los progresos que han hecho desde que se unieron a este. Aunque es un grupo privado, siempre estamos buscando nuevos miembros que necesiten ayuda o que quieran ayudar a otros a perder peso. Únete a nuestra comunidad de apoyo en línea para ayudar a alcanzar tus objetivos de pérdida de peso.
4. Tengo un entrenador para la pérdida de peso. No puedo pretender que mis amigos me cuiden todo el tiempo y, como dije antes, mis amigos y familiares eventualmente se cansan de la dieta de la misma manera en que yo también me canso. Así que necesito aprender las habilidades necesarias para obtener y mantener una salud óptima. Un buen entrenador para la pérdida de peso puede ayudarme a hacerlo. Este tipo de entrenadores suelen estar certificados en coaching de vida y, con suerte, están conscientes de los beneficios de una alimentación basada en plantas sin procesar. Ten cuidado con aquellos que quieren dirigirte hacia un determinado tipo de alimentación o que intentan venderte un producto. Ellos no necesariamente abogan por tus intereses.
5. Mi herramienta más importante soy yo mismo. Tengo que incorporar todas las demás herramientas que utilizo en mi vida diaria y comprometerme a ellas todos los días. En otras palabras, soy el motor que hace posible mi propio cambio, y hago todo lo que me propongo. El apoyo externo ayuda, pero yo también tengo que apoyarme a mí mismo centrándome en mis objetivos y pidiendo ayuda cuando la necesito. No tengas miedo de pedir apoyo, soporte, o dirección y hazte responsable.