La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) coincide con las principales organizaciones de la salud en el mundo, incluida la Organización Mundial de la Salud, en recomendar que las madres alimenten a sus bebés únicamente con leche materna durante los primeros seis meses y que continúen la lactancia hasta los dos años junto con una combinación de alimentos sólidos nutritivos.[1][2] La lactancia se asocia con numerosos beneficios para los bebés y las madres:
Fundamentalmente, la prueba indica que si usted tiene la capacidad de amamantar, debería hacerlo. (Conozca más sobre los beneficios de la lactancia.) Sin embargo, no todas las madres pueden, y no pasa nada. Las madres que no pueden amamantar no deberían sentirse culpables; hay mucho que pueden hacer para garantizar la buena salud de sus bebés.
Los datos del estudio “Prácticas de alimentación del lactante” (IFPS, por sus siglas en inglés) mostraron que una de cada ocho mujeres experimenta una interrupción en la lactancia, definida como “destete prematuro y no deseado atribuido a al menos dos de los siguientes problemas: dolor de mamas, bajo suministro de leche y dificultad del bebé para prendarse al pecho”.[8] Se halló que las mujeres con sobrepeso y obesas tienen mayores probabilidades de experimentar una interrupción en la lactancia. Padecer alguna enfermedad, haberse sometido a una cirugía de mamas y tener síndrome de ovario poliquístico, hipotiroidismo o mamas poco desarrolladas son algunas de las razones por las que usted podría tener dificultades para producir suficiente leche. (Dicho sea de paso, se dice que varios alimentos y bebidas aumentan la producción de leche, como el ajo, el jengibre, los granos integrales y ciertos tés de hierbas. Algunos han tenido resultados impresionantes en ensayos controlados).[9]) Otras razones por las que las mujeres podrían no tener la capacidad de amamantar incluyen el uso de medicamentos que pueden contaminar la leche y ser nocivos para los bebés, y barreras socioculturales.[10] En Estados Unidos, por ejemplo, no todos los patronos proveen una licencia de maternidad suficiente para permitir seis meses de lactancia.[11]
Si usted no puede amamantar por alguna de estas razones o cualquier otra, y ya ha intentado trabajar con su médico o un consultor de lactancia para buscar soluciones, no se desaliente. Otras opciones, incluidas las fórmulas a base de plantas, pueden proporcionar una dieta segura y nutricionalmente completa para su bebé.
Si está buscando algo compatible con lo que usted espera de una alimentación óptima a base de plantas sin procesar, tendrá que ajustar sus expectativas. Los ingredientes comunes de la fórmula incluyen leche de vaca, aceites vegetales, concentrado de proteína de suero y nutrientes añadidos; por su naturaleza, las fórmulas requieren una combinación única de nutrientes que no podrían provenir de ningún alimento, excepto la leche materna. Las fórmulas no pueden satisfacer los requisitos nutricionales de su bebé si no están enriquecidas con nutrientes aislados, proteínas extraídas, etc.
Para opciones a base de plantas, en los Estados Unidos se puede elegir entre varias compañías. Algunos de los principales productores de fórmulas orgánicas a base de plantas se encuentran en otras partes del mundo, pero, generalmente, se pueden obtener sus productos con envíos rápidos y gratuitos si los pedidos son lo suficientemente grandes. En el Centro de Estudios en Nutrición no promovemos ningún producto en particular, pero le exhortamos a consultar opciones con el pediatra de su bebé, buscar información sobre los fabricantes y leer las reseñas en línea.
De nuevo, no se alarme si todas las fórmulas que encuentra contienen ingredientes que usted no consumiría, como aceites vegetales o proteína de guisante; las necesidades nutricionales de su bebé son muy diferentes a las suyas. Lo importante es que su bebé se alimente y obtenga los nutrientes esenciales.
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Las fórmulas a base de soja han estado disponibles durante más de un siglo.[12] Obviamente, la tecnología de procesamiento ha evolucionado a lo largo de ese periodo, al igual que los requisitos impuestos por el gobierno federal para las fórmulas de bebé. La FDA especifica los nutrientes que deben incluirse y establece requisitos nutricionales máximos y mínimos para garantizar que las fórmulas sean seguras y adecuadas.[13] La FDA también vela por que se cumplan los requisitos de rotulación e inspecciona las instalaciones de fabricación anualmente.
En resumen, “la fórmula es uno de los productos alimentarios más estrictamente regulados en los Estados Unidos”.[14] Todas las fórmulas fabricadas en los Estados Unidos, incluidas las fórmulas a base de soja, están sujetas a estas regulaciones (y otras más). Las fórmulas producidas en otras partes del mundo, como Europa o Australia, también están sujetas a pruebas y regulaciones exhaustivas. De hecho, las fórmulas fabricadas en Europa tienen que cumplir con más requisitos que las fórmulas estadounidenses.
¿Es la soja segura para los bebés? La respuesta corta es que sí.[15] Siempre y cuando su bebé no sea alérgico o intolerante a la soja, estas fórmulas proporcionan una alternativa segura y asequible a la leche de vaca. Aunque la soja es un alérgeno relativamente común, es poco probable que sea un problema. Menos de uno de cada doscientos bebés en los Estados Unidos es alérgico a la soja (como referente, la cantidad de bebés alérgicos a la leche de vaca es casi seis veces mayor).[15][16] Por último, aunque es algo que se repite mucho, las preocupaciones sobre las isoflavonas en la soja no se han demostrado en estudios a largo plazo.[17]
No busque recetas de fórmula para bebés en la internet. La leche materna contiene una combinación de más de treinta nutrientes, y es difícil, si no imposible, igualar ese contenido en su cocina. Incluso si se pudiera hacer, ¿vale la pena arriesgar la salud de su bebé?
Tratar de hacer su propia fórmula puede suponer graves problemas: la contaminación puede provocar enfermedades transmitidas por alimentos, y la falta de nutrientes esenciales puede causar deficiencias que afecten el crecimiento y el desarrollo.[18] Incluso es posible que sea necesario hospitalizar de emergencia a los bebés alimentados con fórmula casera, como ocurrió durante la escasez de fórmula en 2022.[19]
La leche de origen vegetal también es una alternativa inadecuada, ya que carece de muchos de los nutrientes esenciales que se encuentran en la leche materna.
En casos especiales, incluidos los nacimientos prematuros, es posible que se pueda obtener leche materna de un hospital o un banco de leche local.[20] La Asociación de Bancos de Leche Humana de América del Norte (HMBANA, por sus siglas en inglés) establece pautas de seguridad e higiene para sus bancos miembros. Estas incluyen pruebas de detección de enfermedades y bacterias en la leche, y un proceso de pasteurización para eliminar patógenos. La pasteurización destruye algunos nutrientes y compuestos inmunitarios, pero la leche sigue siendo nutricionalmente adecuada.
Si su bebé cumple con los criterios para recibir leche donada, pregúntele a su médico si usted es elegible para recibir leche materna donada. Tenga en cuenta que la FDA no ha establecido normas para los bancos de leche y que las directrices de la HMBANA son voluntarias, por lo que tendrá que verificar si se siguen los procedimientos correctos.[21]
Su médico y el pediatra de su bebé pueden ayudarle a elegir una alternativa de leche materna que provea a su bebé todos los nutrientes necesarios para construir una base de salud sólida para el resto de la vida. No se preocupe si eso significa elegir una fórmula a base de plantas que no sea de la misma calidad de los alimentos integrales que usted acostumbra consumir. A medida que su bebé crece, tendrá la oportunidad de brindarle todos los beneficios de una dieta basada en plantas sin procesar.
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