Cáncer de próstata

Las pérdidas por el cáncer de próstata son inmensas. En los Estados Unidos, uno de cada diez hombres será diagnosticado con esta enfermedad devastadora. En llamativo contraste están los hombres chinos que tienen las tasas más bajas de cáncer avanzado de próstata en el mundo, uno de cada 100 000. Aunque no conocemos todos los factores que conducen a esta enorme discrepancia, sí sabemos que altos niveles de testosterona pueden ser un factor desencadenante en el cáncer de próstata. También sabemos que la producción de testosterona se acelera con una dieta rica en proteínas animales.

Sin importar si eres un hombre o una mujer, podrás sorprenderte al saber que tienes una mezcla de hormonas masculinas y femeninas. Son las diversas proporciones de testosterona y estrógeno lo que no solo explican las diferencias entre hombres y mujeres, sino que también pueden explicar la diferencia entre la vida y la muerte.

Entre las muchas ventajas de una alimentación basada en plantas está el hecho de que los vegetales contienen fitoestrógenos (estrógenos de plantas) que ayudan a normalizar la proporción de testosterona a estrógeno en el cuerpo. Varios estudios han demostrado que los hombres que comen una alimentación alta en fitoestrógenos —como los frijoles de soya y los guisantes, por ejemplo— tienen menos probabilidades de desarrollar cáncer.

Aún más convincentes son dos estudios que rastrearon un total de más de 68 000 hombres estadounidenses. Ambos estudios encontraron que aquellos hombres que consumieron más grasa (aumentando así sus niveles de testosterona) tenían 79 % más cáncer avanzado de próstata que los hombres que seguían una alimentación baja en grasa. ¿Cuáles alimentos grasos eran los peores? Carne roja, mayonesa y mantequilla.

Cuando la desventaja de una dieta con comidas de origen animal se compara con el espectro completo de ventajas de una alimentación basada en plantas (incluyendo la adición de antioxidantes, vitaminas y otros nutrientes provechosos), la diferencia en las tasas de cáncer de próstata entre hombres chinos y americanos no es tan sorprendente.