El año 2015 fue uno de grandes noticias para una alimentación saludable. En el Centro de Estudios en Nutrición de T. Colin Campbell llegamos a millones de personas a través de nuestro sitio web, en Facebook y en nuestro boletín informativo. Agregamos cientos de nuevos artículos y recetas al sitio y aumentamos la inscripción en nuestro Certificado de Nutrición Basada en Plantas.
Creo que existe una tendencia generalizada y creciente hacia la comprensión de los beneficios para la salud de comer plantas sin procesar en lugar de alimentos animales y procesados. Aquí están las que considero son las 10 investigaciones y noticias más destacadas de 2015 (presentadas originalmente en Lunch with Docs, el programa de la Universidad de Rochester para la Nutrición en Medicina).
Ahora tenemos varios ejemplos de que el hombre antiguo comía vegetales ricos en almidón mucho antes de lo que la percepción popular permitiría. Por ejemplo, los investigadores han descubierto evidencia del consumo de alimentos vegetales en los restos dentales humanos encontrados en una cueva que se remontan de 200 000 a 400 000 años atrás[1]. Además de la carne, los seres humanos consumían almidón y grasas poliinsaturadas, lo que sugiere que comían semillas o posiblemente tubérculos ricos en almidón (también conocidos como órganos de almacenamiento subterráneo, si quieres pensar en términos más “sexis”).
Los investigadores presentaron un argumento integral[2] de que la evolución del hombre a un animal con cerebro más grande fue apoyada no solo por la carne, sino que también requirió almidón. El cerebro utiliza cantidades relativamente abundantes de glucosa, suministradas de manera más eficiente por los almidones, y los siguientes cambios relacionados pueden haber ocurrido aproximadamente al mismo tiempo, geológicamente hablando: el surgimiento del fuego y la cocina, que permiten que los almidones sean más fácilmente digeribles, el crecimiento de nuestro cerebro hambriento de glucosa, y la aparición de nuestros genes de amilasa, que nos permiten descomponer almidones para la digestión.
Las investigaciones recientemente publicadas demuestran que aquellos con al menos una enfermedad renal crónica “moderada” tienen una tasa de mortalidad más baja cuando su proteína proviene más de las plantas. Por cada 33 % de aumento en la relación entre las plantas y el consumo total de proteínas, los investigadores encontraron una disminución del riesgo de mortalidad en un 23 %[3].
Los frijoles, de muchas maneras, son excelentes alimentos. Esta investigación[4], financiada por el Minnesota Beef Council, mostró que una comida con frijoles que contiene cantidades moderadas de proteínas y un montón de fibra, llenaba y era tan satisfactoria como una comida con carne, a pesar de que la carne tenía más proteína que los frijoles (y menos fibra). El contenido de calorías y grasa eran los mismos en cada comida. De hecho, poco después de la comida, algunos de los índices para el hambre, la satisfacción, la plenitud, y el consumo posterior de alimentos fueron mejores para la comida con frijoles. Fue un estudio simple que no cambiará la medicina, pero aborda la opinión generalizada en la dieta popular y la salud de que la carne, con mucha proteína y sin “carbs”, te mantendrá más lleno durante más tiempo. En su lugar, come unos frijoles.
En un estudio metabólico estrictamente controlado[5], Hall y otros investigadores, mostraron que la reducción de calorías de la grasa puede ayudar con la pérdida de peso más que la reducción de calorías de los carbohidratos. Incluso manteniendo todas las calorías iguales, el grupo con menos consumo de grasa perdió más grasa corporal.
Existen muchas personas famosas que alaban los beneficios de consumir una alimentación basada en plantas. Este año pareció que hubieran sido más que nunca. De Beyonce and Jay Z a James Cameron, quien ha regalado miles de ejemplares de El Estudio de China, parece que muchas personalidades famosas están obteniendo beneficios para su salud o protegiendo el medio ambiente al animar el consumo de plantas. Incluso Terminator sugiere que acabes con tus hábitos de consumo de carne, al menos medio tiempo. Otras personas influyentes, como el presidente del American College of Cardiology en 2015, ha elogiado la alimentación basada en plantas.
Un estudio bien ejecutado[6] en niños obesos con síndrome metabólico, quienes consumían dietas repletas de azúcar, demostró que el intercambiar su azúcar, en particular la fructosa, por alimentos ricos en almidón refinado como las rosquillas, el pan, el cereal y la pasta dio como resultado niveles más bajos de colesterol y mejores niveles de insulina en solo 10 días.
Una dieta saludable no se trata solo de alimentos vegetales versus animales. También se trata de evitar los alimentos procesados, incluidos los edulcorantes añadidos.
Un estudio de la Clínica de Cleveland[7] mostró que los niños obesos con colesterol alto y sus padres mejoraron al participar de un programa basado en plantas sin grasa añadida, en comparación con la dieta de la Asociación Americana del Corazón. Ellos perdieron peso y redujeron el colesterol y la inflamación en tan solo cuatro semanas.
El año 2015 mostró muchos resultados interesantes relacionados con la dieta y el cáncer. Por ejemplo, comer papas púrpuras ayuda a combatir el cáncer de colon en un modelo experimental[8]. En otro interesante estudio[9], las dietas de los africanos que viven en zonas rurales, y de los afroamericanos en Pittsburgh fueron intercambiadas en un ambiente controlado. La investigación demostró que ocurren varios cambios importantes al intercambiar una dieta occidental baja en fibra y una dieta rica en fibra, basada en plantas. Hubo más inflamación, más proliferación celular, menos ácido butírico y más ácido biliar (todas cosas malas) después de solo dos semanas (¡solo dos semanas!) con una dieta occidental.
También hubo más noticias sobre el cáncer de próstata este año. Los hombres con cáncer de próstata tuvieron un mayor riesgo de muerte al consumir una dieta más occidental[10] y particularmente si consumían más productos lácteos[11]. Aquellos que consumían más lácteos corrían 2.4 veces el riesgo de morir por cáncer si consumían más de tres porciones de productos lácteos al día, en comparación con los que consumían menos de una porción.
A pesar de que el Comité de Guías Alimentarias ha hecho recomendaciones amistosas a la industria durante muchos años, este año causaron un alboroto. Ellos escribieron: “Las principales conclusiones sobre las dietas sostenibles fueron que una alimentación más alta en alimentos basados en plantas (como las verduras, las frutas, los cereales de grano entero, las legumbres, las nueces y semillas) y más baja en calorías y alimentos de origen animal es más saludable y se asocia con un menor impacto ambiental del que genera la dieta actual de los Estados Unidos” [12]. Mientras que el informe fue breve acerca de la alimentación basada en plantas sin procesar que recomiendo, fue un gran paso en la dirección correcta. Simplemente el tener un lenguaje diferente que apoye la alimentación basada en plantas es un asunto importante. Desafortunadamente, el Congreso ya ha actuado para quitar cualquier comentario sobre sostenibilidad ambiental (y supongo que la industria está tomando medidas, a través del Congreso, para asegurarse de que esto nunca vuelva a ocurrir). Las declaraciones científicas de política, después de todo, solo son válidas si venden más productos, ¿verdad?
Estas recomendaciones del comité asesor señalan un cambio institucional en la aceptación de la alimentación basada en plantas, lo que es inmensamente importante.
El reciente informe de la Organización Mundial de la Salud le dijo al mundo que las carnes procesadas causan cáncer (colorrectal) y las carnes rojas probablemente también lo hacen (colorrectal y posiblemente otros). Fue un momento profundo de disonancia cognitiva para muchas personas amantes de la carne alrededor del mundo. Nuestros amados perros calientes y el tocino, nos dijeron, cuentan con evidencia tan fuerte en su contra que se ubican en la misma categoría que el asbesto y los cigarrillos.
Si bien la razón de ser del hallazgo fue tonto, pues se centró casi exclusivamente en los productos químicos de las carnes que pueden estar relacionados con la cocción, este repercutió en los canales de noticias en todo el mundo durante días. Ahora todo el mundo sabe que un niño de cinco años que consume un perro caliente tiene algunas semejanzas incómodas con un niño de cinco años que fuma un cigarrillo.
Copyright 2024 Centro de Estudios en Nutrición. Todos los derechos reservados.