Los gustos cambiantes, una población mundial en crecimiento y las preocupaciones sobre el impacto del sistema alimentario actual están impulsando nuevas innovaciones en la producción de alimentos. El objetivo no es solo alimentar a muchas personas, sino alimentarlas bien con menos recursos y menos desperdicio. Desde la agricultura hasta las proteínas, las tendencias alimentarias futuras están produciendo cambios radicales en todas las industrias.
Tecnología alimentaria
La tecnología se está volviendo cada vez más fundamental para la producción de alimentos, particularmente para las empresas que desarrollan nuevos productos basados en plantas. La investigación y el desarrollo pueden ser un proceso largo y lento y, ante los rápidos cambios actuales en las preferencias y la demanda de los consumidores, las empresas que tardan mucho en adaptarse corren el riesgo de quedarse atrás, mientras los competidores asumen el liderazgo.
Los datos son el eslabón perdido para las marcas que buscan capitalizar la revolución basada en plantas. Nuevas plataformas permiten identificar compuestos vegetales previamente desconocidos y utilizarlos para crear proteínas, al igual que mejorar tanto la textura como el sabor de los alimentos basados en plantas. Otros avances tecnológicos, como la robótica y la impresión 3D, están cambiando la forma en que se producen y preparan los alimentos para los consumidores.
Agritech (la llegada de la industria 4.0 a la agricultura)
La agricultura está teniendo su propia revolución tecnológica, ya que el futuro de las tendencias alimentarias en robótica e hidroponía hace posible cultivar alimentos de nuevas formas. La agricultura en interiores, incluyendo la agricultura vertical, está llevando una agricultura viable a áreas donde, de otro modo, sería difícil o imposible producir alimentos como vegetales de hojas verdes y tomates a nivel local.
Con la ayuda de la tecnología, estas granjas pueden producir mayores rendimientos que las tradicionales utilizando una fracción de la tierra, el agua y la energía. Los alimentos pueden crecer durante todo el año en casi cualquier lugar: climas áridos, centros urbanos e incluso dentro de supermercados y restaurantes. Como resultado, más personas pueden acceder a alimentos frescos y saludables cultivados cerca del punto de venta.
Los agricultores tradicionales también están recibiendo ayuda de la tecnología. Los robots agrícolas que pueden monitorear la salud de las plantas, detectar plagas, eliminar las malas hierbas y proporcionar irrigación dirigida reducen parte del trabajo que requiere mucha mano de obra y mejoran los rendimientos generales.
Proteínas alternativas
En respuesta a la creciente demanda de alternativas basadas en plantas a los productos de origen animal, las empresas están desarrollando nuevos ingredientes proteicos a partir de fuentes novedosas como:
Las proteínas derivadas de estas alternativas, así como las fuentes más tradicionales como la soya, los guisantes y los garbanzos, se están abriendo camino entre productos cárnicos, lácteos y de huevo libres de animales en todo el mundo.
El interés en la fermentación y las proteínas cultivadas también está creciendo, aunque existe un importante debate sobre si los productos cultivados tienen los mismos efectos negativos para la salud que las comidas de origen animal convencionales.
Sostenibilidad
La sostenibilidad ya era un asunto polémico, pero ha seguido aumentando desde que la pandemia del COVID-19 reveló problemas importantes con el sistema alimentario actual. Cada vez más personas se están dando cuenta de la necesidad de un sistema alimentario que dependa menos de la agricultura consolidada a gran escala y use espacios y métodos que actualmente no se aprovechan para la producción de alimentos.
Con la creciente preocupación por la huella de carbono y un creciente interés en la comida local, los actores claves en el movimiento de sostenibilidad se están enfocando en:
Aunque se están produciendo muchos cambios positivos en el sistema alimentarias, la salud y la nutrición siguen siendo barreras importantes. Los productores de proteínas alternativas se centran, en gran medida, en satisfacer las preferencias de sabor de los consumidores primero y dejar el aspecto de la salud para más tarde, una vez que se ha establecido una cuota de mercado significativa. Pero debido a que estos productos están hechos de ingredientes vegetales, incluso los restaurantes de comida rápida pueden incorporarlos a las comidas y presumir de opciones “basadas en plantas”.
¿Dónde deja eso a las dietas basadas en plantas sin procesar (WFPB, por sus siglas en inglés) en la discusión del futuro de los alimentos? Varias tendencias están comenzando a mejorar la igualdad de acceso a los alimentos basados en plantas sin procesar en áreas desatendidas y a reducir la dependencia de prácticas agrícolas de uso intensivo de productos químicos. Proporcionarles a más personas alimentos asequibles, frescos y nutritivos en sus comunidades tiene el potencial de crear verdaderas experiencias “de la granja a la mesa” en lugares donde nunca antes fue posible.
Sin embargo, para que la alimentación basada en plantas sin procesar realmente se afiance a medida que avanza el futuro de los alimentos, las empresas y las comunidades deberán trabajar juntas para educar a las personas sobre cómo las elecciones alimenticias afectan la salud. Los consumidores educados tienen el potencial de impulsar la demanda, no solo de más productos basados en plantas, sino de alimentos sin procesar verdaderamente saludables y sostenibles que puedan nutrir a la creciente población mundial en el futuro.
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