Esta abundante sopa está repleta de vegetales y frijoles. También contiene col rizada, que puede ayudar al cuerpo a neutralizar los radicales libres e inhibir las enzimas que activan carcinógenos. Es una comida perfecta para una fría tarde de invierno.
Preparar: 10 min
Cocinar: 30 min
Total: 40 min
Rendimiento: 6 porciones
3 tazas
de col rizada con los tallos removidos y cortados en pequeños trozos
1
ñame pelado y cortado en cubos de ¼ de pulgada (6 mm)
1
hoja de laurel
½ taza
de macarrones codito (hechos con maíz, sin gluten)
1 lata
de frijoles blancos navy, enjuagados y escurridos completamente
1 cucharadita
de sal
½ cucharadita
de especias de pastel de calabaza
3 a 5 vueltas
del triturador de granos de pimienta negra fresca
6 cucharadas
de semillas de calabaza
Limón para adornar (opcional)
Preparación
Preparación
1. Calienta el caldo vegetal en una olla de sopa grande en configuración baja. Saltea las zanahorias, el apio, el ajo y el chalote en el caldo hasta que estén blandos, entre 3 y 4 minutos.
2. Añade los tomates enlatados, el agua y la hoja de laurel. Deja hervir.
3. Agrega la col rizada y el ñame. Reduce la temperatura a medio, manteniendo una cocción lenta. Cocina por otros diez minutos, hasta que el ñame esté tierno.
4. Agrega la pasta y cocina por otros diez minutos hasta que la pasta esté tierna.
5. Agrega frijoles, sal, pimienta y especias de pastel de calabaza. Calienta de 1 a 2 minutos hasta que se integren completamente y los frijoles se calienten a fondo.
6. Desecha la hoja de laurel y sirve. Cubre cada recipiente con 1 cucharada de semillas de calabaza y media rebanada de limón.