Estados Unidos se encuentra en medio de una epidemia de salud pública debido a la mala alimentación. Si bien gran parte de la atención se ha centrado en las bebidas azucaradas y la comida rápida, los productos lácteos a menudo se liberan de esta. La industria láctea, respaldada por el Gobierno, nos ha convencido de los beneficios para la salud de la leche y otros productos lácteos. Durante la década de 1990 y principios de la de 2000 era imposible abrir una revista sin ver el rostro con bigote de leche de una celebridad. Los anuncios de “Got Milk?” (“¿Tienes leche?”, en español) ayudaron a impulsar la demanda de productos lácteos en un momento en que el consumo de leche estaba en su punto más bajo en décadas.
Esos anuncios de “Got Milk?” fueron un ejemplo de cómo, durante décadas, el Gobierno federal ha ayudado a sostener la industria láctea al convencer a la gente de que beba más leche. Hoy, las Guías Alimentarias del Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomiendan tres porciones de lácteos al día, a pesar de que el 65 por ciento de las personas en el mundo no pueden digerir la leche. La evidencia también muestra que beber mucha leche no protege contra las fracturas óseas y puede estar relacionado con ciertos tipos de cáncer. Y todas las “cosas buenas” de la leche (calcio, potasio y proteínas) se pueden encontrar en mayores cantidades en alimentos como el brócoli, la col rizada y los frijoles negros. Sin embargo, estos alimentos se encuentran en desventaja a la hora de competir con los productos lácteos. No tienen grupos comerciales que les den millones a los miembros del Congreso y presionen para influir en la política de nutrición de la nación.
Concéntrate en eliminar los productos lácteos añadiendo alimentos basados en plantas.
Leche
Cambiar tu leche es el primer paso más fácil para eliminar los productos lácteos. Hay muchas variedades y sabores de leches no lácteas elaboradas con soya, arroz, almendras, avena, cáñamo, etc. Asegúrate de leer la etiqueta y elegir productos sin azúcar ni aceites añadidos.
Queso
Hay muchos sustitutos del queso elaborados con soya, arroz, almendras, cáñamo y otros ingredientes. Te recomendamos que te mantengas alejado de los productos de “queso falso” muy procesados que contienen proteínas aisladas (es decir, aislado de proteína de soya) y aceites añadidos. El tofu, las mantequillas de nueces y la levadura nutricional también se pueden usar en algunas recetas para reemplazar el queso o darle un sabor a queso. Los marañones crudos remojados y licuados se usan a menudo como la parte cremosa / con sabor a queso de los platos basados en plantas. El miso, el tamari y el tahini también se utilizan para reemplazar los ingredientes con sabor a queso en las recetas.
Yogur
Variedades sin azúcar y sin lácteos están disponibles en muchas tiendas de mercado.
Helado
Coloca frutas congeladas como bananos y fresas con algunos dátiles y un poco de líquido en la licuadora para obtener una “crema suave”.
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