Temas » Ciencia de la nutrición » ¿Los humanos, somos herbívoros u omnívoros?
Centro de Estudios en Nutrición del Dr. T. Colin Campbell

Médicos, expertos y el consenso popular repiten a menudo que los productos de origen animal son componentes esenciales de una dieta saludable. Esta opinión mayoritaria implica que los humanos son omnívoros. Pero, ¿qué dice nuestro cuerpo?

El estudio de China y muchos otros estudios internacionales muestran que las dietas basadas en plantas sin procesar (WFPB, por sus siglas en inglés) proporcionan los alimentos óptimos para los humanos, minimizando las enfermedades crónicas (que matan al 75 por ciento de las personas en los Estados Unidos) y maximizando la salud, la longevidad y la vitalidad.

Este artículo muestra que los humanos son anatómicamente herbívoros, no omnívoros. Es por eso que los humanos prosperan con las dietas basadas en plantas sin procesar. La información en este artículo está basada en mi libro, Producción sostenible de alimentos y dieta.

Algunas personas afirman que los humanos han comido productos de origen animal a través de la historia. Por lo tanto, debe ser natural y saludable. Hay muchas razones por las cuales los humanos hemos tenido que comer alimentos de origen animal aunque no fuera el alimento óptimo para nosotros. Por ejemplo, a medida que las civilizaciones antiguas emigraban hacia el norte, a menudo comían productos de origen animal para sobrevivir porque no disponían de productos de origen vegetal adecuados. Además, debido a que la composición de nutrientes de los alimentos de origen animal generalmente incluye más grasa, son más densos en calorías, lo que puede haber sido favorable para la supervivencia a corto plazo.

Hoy en día, existe una fuerte presión cultural para comer productos de origen animal. Muchas personas fueron criadas de esta forma. Las religiones a menudo dicen que Dios puso animales en el planeta para que los humanos los usen para su consumo. Las Guías Alimentarias de los Estados Unidos dicen que los productos de origen animal son parte de una dieta saludable. Las compañías de alimentos con frecuencia publican investigaciones sesgadas mostrando que los productos de origen animal son saludables. La formación médica a menudo enseña a los médicos que estos alimentos son saludables.

Todos los herbívoros pueden digerir algo de proteína animal. Como formas de vida inteligentes y superiores, los humanos podemos variar nuestro comportamiento y dietas. Pero el que podamos sobrevivir comiendo productos de origen animal, o que disfrutemos comerlos, no significa que sean alimentos óptimos ni saludables para los humanos.

La anatomía desmiente múltiples creencias y preferencias alimentarias, ya que las características anatómicas son hechos observables. Muestran objetivamente los tipos de alimentos que nosotros y otras criaturas hemos evolucionado para comer y con los cuales, por lo tanto, prosperaríamos. La siguiente discusión muestra que los humanos son herbívoros al comparar las características anatómicas de los carnívoros, omnívoros y herbívoros [1].

Los carnívoros evolucionaron para capturar, matar, desgarrar y digerir la carne de animales. Los herbívoros evolucionaron para consumir y digerir las plantas. Los omnívoros comen plantas y animales. Pero para comer animales, deben retener la capacidad de capturar, matar y digerir su presa. Como resultado, los omnívoros como los osos y los mapaches son anatómicamente casi completamente carnívoros, con algunas adaptaciones menores para comer plantas.

Los carnívoros y omnívoros tienen aberturas bucales anchas en relación con el tamaño de la cabeza y las articulaciones de la mandíbula en el mismo plano que los dientes. La mandíbula inferior no puede moverse hacia adelante o hacia atrás y tiene un movimiento limitado de lado a lado.

Esta mandíbula fuerte y estable es necesaria para capturar, matar y desmembrar la presa. Los herbívoros y los humanos tienen aberturas bucales y articulaciones de la mandíbula relativamente pequeñas por encima del plano de los dientes. Esto hace que nuestras mandíbulas sean mucho más débiles y, por lo tanto, menos efectivas para capturar y matar presas; no obstante, proporcionan la movilidad de adelante hacia atrás y de lado a lado necesaria para aplastar y moler plantas fibrosas.

Los carnívoros y omnívoros tienen dientes frontales afilados, puntiagudos y cortos para desgarrar la carne. Los herbívoros y los humanos tienen dientes frontales planos, largos, parecidos a una pala para cortar plantas. Los carnívoros y omnívoros tienen dientes caninos (colmillos) largos, curvos y afilados para capturar, matar y desgarrar presas. Los dientes caninos varían en herbívoros. Algunos no tienen dientes caninos. Otros herbívoros, como los hipopótamos y algunos primates, tienen colmillos más largos que se cree son para defenderse. Los dientes caninos humanos son cortos y romos o embotados . Funcionan como incisores (es decir, dientes frontales). Por último, los carnívoros tienen molares triangulares para cortar la carne; algunos omnívoros tienen molares planos, como los herbívoros y los humanos, para triturar plantas.

Los carnívoros y omnívoros tragan alimentos enteros o simplemente los quiebran y no tienen enzimas digestivas en la boca. Los herbívoros y los humanos requieren una masticación extensa y tienen enzimas digestivas en su saliva. Los carnívoros y omnívoros tienen un esófago ancho que puede procesar trozos enteros de carne. Los herbívoros y los humanos tienen esófagos estrechos más adecuados para tragar bocados de comida pequeños, suaves y bien masticados. Cuando los humanos intentan tragar grandes trozos de carne, corren el riesgo de atragantarse.

Los carnívoros y omnívoros tienen grandes capacidades estomacales (60 a 70 por ciento del sistema digestivo). Los herbívoros y los humanos tienen capacidades estomacales más pequeñas (menos del 30 por ciento del sistema digestivo). La carne, especialmente la carne en descomposición, a menudo tiene abundantes patógenos. Los carnívoros y omnívoros tienen estómagos muy ácidos (con un pH aproximadamente de 1) que matan patógenos, mientras que los herbívoros y los humanos tienen estómagos menos ácidos (con pH de 4 a 5). Ningún animal cocina alimentos, excepto los humanos. Esta innovación ayuda a matar patógenos en la carne y compensa por la falta de un estómago carnívoro altamente ácido.

Los carnívoros y omnívoros tienen intestinos delgados relativamente cortos y lisos (3 a 6 veces la longitud del cuerpo). Los herbívoros y los humanos tienen intestinos delgados más largos y con varios dobleces y pliegues (10 a 12 veces la longitud del cuerpo). Los intestinos más largos de los herbívoros y los humanos evolucionaron para digerir lentamente el material vegetal fibroso.

Los carnívoros pueden comer alimentos ricos en grasa y altos en colesterol (es decir, productos de origen animal) sin sufrir impactos negativos para la salud. Los carnívoros y muchos omnívoros tienen garras afiladas para atrapar y desgarrar a sus presas. Los herbívoros y los humanos tienen uñas planas o pezuñas. Los humanos no son carnívoros instintivos. Un niño puede tomar una manzana de un árbol y comerla,pero no perseguiría a un animal pequeño para matarlo a mordidas y comerse su carne en el momento como lo harían los carnívoros y omnívoros.

Centrándonos en las características anatómicas que diferencian a carnívoros y herbívoros, los humanos prácticamente no se asemejan a los carnívoros ni se diferencian de los herbívoros. Nos parecemos a los omnívoros en aquellas formas adaptadas para comer plantas, como nuestros molares planos. La boca, las mandíbulas, los dientes, la garganta y los sistemas digestivos de los humanos no han evolucionado para capturar, matar, desgarrar, tragar y digerir animales. Algunos de nuestros parientes más cercanos, los gorilas, consumen una dieta óptima de 97-100 por ciento plantas[2].

La capacidad humana de pensar, en lugar de las características anatómicas, nos permitió capturar, cocinar y comer carne. Pero es nuestra anatomía, no la tradición ni la capacidad intelectual, la que nos indica cuál es nuestra dieta óptima. Según la anatomía, los humanos son herbívoros de alimentos crudos. Evolucionamos para comer alimentos vegetales crudos. Desvíos significativos de estos alimentos óptimos a menudo producirán enfermedad o un estado de salud subóptimo.

Algunas filosofías dietéticas chinas y ayurvédicas dicen que los humanos son bioquímicamente únicos y por tanto las dietas óptimas deben variar de acuerdo a las características individuales. Pero esto nos despista. Aunque existen pequeñas diferencias bioquímicas, como las alergias alimentarias, que indican que las dietas óptimas deben variar entre individuos, pero en su mayoría somos iguales. Todos tenemos esencialmente los mismos dientes, bocas y sistemas digestivos. Ninguna de estas características anatómicas evolucionó para comer productos de origen animal.

Las características anatómicas y la extensa investigación independiente que compara los impactos en la salud de los productos de origen vegetal y animal muestran que los humanos son herbívoros. Como resultado, las dietas basadas en plantas sin procesar son las dietas óptimas para los seres humanos.

Referencias

  1. Milton R. Mills, M.D., The Comparative Anatomy of Eating, www.drmiltonmillsplantbasednation.com, November 15, 2019.
  2. Gorillas, Diet and Eating Habits, www.SeaWorld.org, Accessed July 28, 2011.

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