• 1. Precalienta el horno a 375 °F (190 °C).
• 2. Agrega las cebollas y el ajo, junto con un poco de agua, a una sartén grande y saltéalos a fuego medio hasta que comiencen a caramelizarse, teniendo cuidado de no quemarlos. Cuando se hayan caramelizado, retíralos del fuego y ponlos a un lado.
• 3. Usando una vaporera, cocina al vapor las habichuelas sobre una pulgada (2,5 cm) de agua hasta que estén tiernas, aproximadamente durante cinco minutos. Agrega las habichuelas a una mitad de la mezcla de cebolla / ajo en un envase hondo grande.

SALSA DE CHAMPIÑONES

• 1. Usando la misma sartén en la que cocinaste las cebollas, saltea el ajo durante un minuto y luego agrega los champiñones picados. Deben emanar suficiente agua como para evitar que se peguen, pero puedes agregar más agua si se pegan.
• 2. Agrega tomillo, sal y pimienta y saltéalos hasta que se doren ligeramente.
• 3. En un frasco o envase pequeño, agrega la harina de trigo de grano entero y ¼ de taza de agua o caldo de verduras. Bate o tapa y agita hasta que estén bien mezclados.
• 4. Agrega la leche no láctea a los champiñones junto con la mezcla de harina y revuelve continuamente. Añade el caldo de verduras, sal y pimienta y continúa revolviendo hasta que la salsa se espese. Verifica el sabor y adiciona sal y pimienta, según sea necesario.
• 5. Una vez la salsa se haya espesado, retírala del fuego.

ENSAMBLAJE DE LA CACEROLA

• 1. Coloca la mezcla de habichuelas y cebolla en una cacerola de 2.8 litros de capacidad. Vierte la salsa de champiñones sobre las habichuelas y extiéndela por todos los rincones.
• 2. Espolvorea la otra mitad de las cebollas caramelizadas sobre la mezcla de habichuelas y salsa y cúbrelas con las migajas.
• 3. Cubre y hornea durante 20 minutos. Retira del horno y espolvorea las almendras en rodajas por encima. Continúa cocinando la cacerola durante unos 10 minutos más hasta que la salsa esté burbujeante. Asegúrate de que las almendras no se quemen.