A menudo oigo lo difícil que es para la gente la transición a una alimentación basada en plantas sin procesar (WFPB, por sus siglas en inglés), y después de citar cualquier número de razones por las que luchan, a menudo las personas me piden consejo para ayudarles a hacer la transición. Cuando les explico que no tengo el elixir mágico para el cambio, generalmente quedan con la mirada vacía.
Pero el hecho es que el cambio puede ser difícil y en gran parte porque es diferente para todo el mundo. Algunas personas luchan contra la adicción a las comidas procesadas y otras con miembros de la familia que son escépticos, y por lo tanto no apoyan, las dietas basadas en plantas. A la mayoría le cuesta cocinar.
Mi propia experiencia con el cambio se produjo en oleadas. Fui vegano antes de pasarme a una alimentación basada en plantas sin procesar. También engordé 90 kilos (200 libras) con una dieta vegana poco saludable. Consumía demasiado aceite, bebía muchísima cerveza, y comía demasiadas papas fritas. Se suponía que era una dieta más saludable —es decir, estaba basada en plantas después de todo—pero de lo que no me di cuenta es que caben muchos errores y malentendidos cuando cambias tu alimentación.
Recientemente le pedí al personal del Centro de Estudios en Nutrición de T. Colin Campbell (CNS) que compartiera algunos de los retos a los que se enfrentaron en la transición a un estilo de vida basado en plantas sin procesar. Aquí, algunas de sus respuestas:
SD escribió: “Arruiné platos intentando averiguar cómo cocinar u hornear sin aceite o huevos. Muchas veces, sustituir los huevos por puré de plátano o guineo maduro funcionaba bien, pero otras veces no. Sustituir el puré de manzana en lugar de los huevos o la mantequilla funcionaba a veces, y otras veces quedaba demasiado líquida, etc. Además, quemaba cosas intentando cocinar en una sartén sin aceite. ¡Más tarde aprendí que se puede seguir añadiendo agua o caldo de verduras!”.
NL escribió: “Para mí, crear profundidad de sabor sin aceite fue un reto. Me lancé a utilizar hierbas y especias, pero a menudo me costaba acertar con las cantidades y con las combinaciones adecuadas. Por lo general, acababa con poco sabor o con demasiado sabor, pero no era lo ideal . ¡Un poco de pimentón ahumado hace mucho!”.
EC escribió: “Cuando inicialmente hice la transición a una dieta vegana, freía tofu, tempeh y seitán. No tenía ni idea de cómo cocinarlos de otra manera. Compraba comidas procesadas para mis hijos. También me costó mucho averiguar la proporción de agua/líquido para cocinar el arroz integral y la quinua. ¡Me costó mucho en ensayo y error! Después de recibir el entrenamiento de Food For Life (FFL), dejé de utilizar aceites y empecé a eliminar los productos procesados de mi cocina. Cuando mi hija del medio desarrolló psoriasis, hace diez años, finalmente dejamos de comprar cualquier cosa muy procesada. Al principio, me rogaban que comprara cereales y papas fritas, ¡pero finalmente se acostumbraron a no tenerlos en casa!”.
SR escribió: “Cuando empecé, confiaba mucho en los sustitutos de la carne y el queso procesados, los frutos secos y el aceite añadido, intentando imitar los sabores no veganos. También dudaba en probar cosas nuevas. ¡Desde entonces he aprendido a hacerlo mejor!”.
MM escribió: “Aceites y azúcares añadidos (en enorme cantidad), alimentos vegetales ricos en grasa (a veces comía más de 30 nueces al día, y ahora he bajado a cinco), y en general, comidas procesadas. Tengo una debilidad particular por todo tipo de papas fritas y he tenido que dejar de comprarlas, aunque admito comer algunas comidas procesadas en ocasiones especiales o como antojo”.
AD escribió: “Tengo una debilidad por los pretzels y los chips de tortilla. Definitivamente, solía comer muchísimas comidas procesadas. Las zanahorias y otras verduras son estupendas para disfrutar de untables saludables, en lugar de las papas fritas, etc. También aprendí a endulzar mi comida con dátiles”.
CH escribió: “Al igual que a MM, me costó mucho alejarme de los aceites añadidos y de los aperitivos procesados como las papas fritas. Viví y todavía vivo un momento particularmente difícil de transición con mi familia, que ha hecho un trabajo increíble con la mayoría de los cambios (es decir, sin productos lácteos y mucha menos carne), pero aún no se han pasado a una alimentación completamente basada en plantas. Por lo tanto, tener algunas comidas procesadas para ellos en la casa, como las papas fritas, me resulta difícil. A mi hijo menor le ENCANTAN las papas fritas, y ha hecho gran labor cambiando a zanahorias, apio o pimientos dulces cuando quiere un refrigerio crujiente. Sigo aprendiendo todos los consejos y trucos para cocinar alimentos basados en plantas, pero no me tomo el tiempo suficiente para cocinar para mí, por lo que con frecuencia no como mucho durante el día, excepto por un plato de avena y una ensalada”.
JH escribió: “Llegué a este movimiento cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer colorrectal. Quería salvarlo con la comida. Recuerdo que a los pocos días del diagnóstico fui a Whole Foods y llené mi carrito con una tonelada de ingredientes para ensaladas que ni siquiera sabía si nos iban a gustar.
Eché champiñones crudos (¡Oh por Dios!) sin limpiarlos ni cocinarlos— él sobrevivió esa ensalada, lo que me hace creer que probablemente no comió mucho.
Me llevó un tiempo comprender el daño de los productos lácteos… Siempre me habían enseñado que el queso a la plancha era sano y nutritivo. Cuesta desaprender mucho de lo que se nos ha enseñado previamente para pasar a tener una alimentación basada en plantas sin procesar.
Al principio, me centré demasiado en lo que NO debía comer. Si hubiera sido práctica y aprendido pronto sobre la armonía del arcoíris de las verduras, etc., me podría haber ahorrado mucho tiempo”.
En conclusión, identificar los obstáculos que se interponen entre tú y un estilo de vida basado en plantas sin procesar es el primer paso para superarlos. Como dicen, “está bien pedir ayuda.” Rodéate de personas que te apoyen y que puedan facilitar tu transición, ya sean familiares, amigos o las amables personas de nuestra comunidad de Facebook de Nutrición Basada en Plantas. Lo más probable es que, si tienes problemas con algún aspecto de la alimentación basada en plantas sin procesar, alguien más los tenga y pueda ofrecerte consejo y orientación. Por encima de todo, no seas demasiado estricto o duro contigo mismo, y recuerda que has tomado la increíble decisión de poner tu salud en primer lugar. ¡Felicitaciones!
Copyright 2024 Centro de Estudios en Nutrición. Todos los derechos reservados.