Esta receta fue inspirada por mi amiga Cyndi, quien me preguntó si tenía algún aderezo de frambuesa que ella pudiera probar. En Alaska eso debe ser como preguntar si posees tu propio par de Xtra Tuffs (botas de invierno) (en otras palabras, se le respondió con un inmediato y enérgico: “¡Por supuesto!”).
1
paquete de 10 onzas (283 g) de frambuesas congeladas
¼ taza
de vinagre de frambuesa
½ taza
de vinagre de arroz
½ taza
de pasta de dátiles o ⅓ taza de néctar de agave
2 onzas
(57 g) de nueces del nogal o marañones crudos
Sal al gusto
Preparación
Preparación
1. Mezcla todos los ingredientes en una licuadora de alta velocidad hasta que estén combinados.
Consejos Para Cocinar
Consejos Para Cocinar
1. No he especificado un volumen de nueces del nogal o marañones, ya que realmente depende de si estás usando pedazos, nueces enteras, mitades, etc.
2. 2 onzas (57 g) de marañones enteros crudos equivalen a un poco menos de ½ taza, o ⅓ taza generosa.
3. 2 onzas (57 g) de mitades de nueces del nogal equivalen a una ½ taza.
4. Si no has hecho pasta de dátiles antes, es muy fácil en una licuadora de alta velocidad. Haz puré con 5-6 onzas (142 g a 170 g) de dátiles (sin semilla, por supuesto) en 1 taza de agua. Esto equivale aproximadamente a 12 dátiles medjool grandes.
5. Notarás que esta receta requiere frambuesas congeladas, pero puedes utilizar frescas también. En esta época del año, las frambuesas frescas están empezando a estar disponibles localmente, pero a comienzos del verano, las importadas o congeladas eran nuestras únicas opciones. Si todavía tienes un lote de frutas del bosque del año pasado en el congelador, ¡esta es una gran manera de usarlas y hacer espacio para la cosecha de este año!
6. He hecho esta receta de dos maneras, primero con las nueces y la pasta de dátiles, y luego con los marañones y el agave. Eran muy similares, pero si tienes la pasta de dátiles y las nueces del nogal a la mano, te recomendaría esa opción. La pasta de dátil está menos procesada que el agave, y es más nutritiva. Las nueces del nogal proporcionan un buen sabor (de segundo plano) a taninos, que son un contrapeso perfecto a la dulzura de los dátiles y las frambuesas.